Bakugou estaba temblando en su lugar, todo por los nervios.
Literalmente.
Kirishima podía ver con claridad el cómo apretaba los labios, además de que estaba apretando fuertemente su mano.
Luego de haber bajado del tren, Bakugou no se había despegado de él en todo momento, apretando su mano sin intención alguna de querer soltarla.
—Bebé, ¿seguro estás bien? —pregunta Kirishima, mirando atentamente al cenizo.
Estaba temblando demasiado.
—S-sí. —afirma Bakugou, en un intento de sonar firme, pero su temblorosa voz no ayudaba mucho.
Eijiro sonríe de manera dulce, hacercando su mano entrelazada a sus labios para depositar un pequeño beso en ella.
—Tranquilo, todo saldrá bien.
Katsuki tan sólo asiente, y luego de tomar una gran bocanada de aire, comenzaron a caminar hacia la puerta. Kirishima sacó sus llaves, que curiosamente tenía una figurita de un pequeño dragón o dinosaurio, en realidad no sabía qué mierda era, pero se veía adorable e infantil.
Luego de haber abierto la puerta, se adentraron en el lugar.
—¡Má, ya llegué! —grita.
Pasos apresurados se escuchan, y pronto ambos chicos se encuentran frente a una mujer de cabello negro, con sus ojos igual de grandes que los del pelirrojo. Traía un vestido azúl y un delantal amarillo y blanco a cuadros sobre el mismo.
—¡Cariño! Que alegría que estés aquí —dice ella, abrazando cariñosamente a su hijo. Luego, ve al cenizo —Bakugou, cariño, que bueno que vinis-
Pero no alcanzó a terminar de hablar. Katsuki había hecho una reverencia que, su novio juraba calzaba perfectamente con 90°.
—¡B-buenas tardes señora Kirishima! —grita —Ya nos conocíamos pero me presento nuevamente, ¡Bakugou Katsuki, novio de éste idiota pelirrojo que tiene por hijo! —y entonces hace una pausa, cayendo en cuenta de lo que había dicho —¡Digo! ¡No es idiota! Bueno, sí, ¡pero!
Entonces, las carcajadas de la mujer resuenan por el lugar. Bakugou levanta su cabeza, fijándose en cómo la mujer de, al menos cuarenta y tantos años se reía.
—¡Ay, cariño! Calma —dice ella, haciendo un gesto con su mano mientras paraba de reír —Vamos a comer, el almuerzo está listo.
Eijiro ayudó a su madre a poner la mesa, junto a Katsuki, claro. Luego, los tres allí se sentaron juntos para comer.
El pelirrojo estaba feliz, su madre había aceptado de buena manera su relación.
—Señora Kirishima, le quedó muy rico —comenta Bakugou, terminando de comer.
—¿La comida? ¡Muchas gracias! La hice con mucho cariño.
—No, el hijo —responde, mirando con una sonrisa a ambos familiares —Aunque la comida está exquisita.
En ese instante, Kirishima Eijirou murió de vergüenza.
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Gran idiota | kiribaku
FanfictionDonde Kirishima quiere conquistar a cierto rubio explosivo a base de piropos. •humor¡! •capítulos cortos. (exceptuando los "especiales") •puede contener un poco de Ooc en algunos personajes. [Faltas ortográficas serán corregidas una vez la historia...