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No estaba babeando. No, para nada.

Bueno, quizá un poco.

Y es que aquello no era del todo su culpa, más bien, era del jodido pelirojo que se veía tan ridículamente atractivo con su traje de héroe.

Estúpido y sensual Kirishima.

Decidió adelantarse a los vestidores y así estar listo para llegar e irse. Aunque tendría que esperar a Kirishima para que luego se fueran justo, pero de ser necesario lo apuraría a base de amenazas. Sí.

En cuanto llegó a los vestidores, se sacó de manera apresurada las botas junto a el traje y el antifaz, quedando en bóxer.

Estaba doblando el traje en cuanto la puerta es abierta.

—¡Hey blasty!

Era Kirishima.

Bakugou al verlo, volteó, apresurándose aún más en su labor de vestirse. Al parecer el pelirojo al verlo, se había adelantado también. Ningún otro compañero llegaba aún.

La idea de quedarse en los vestidores con él era tentativa, pero no resultaría nada bueno de aquello.

Kirishima lo analizó de pies a cabeza, luego, soltó un silbido.

—¡Chispitas! —grita el pelirojo tras de él. Bakugou pone los ojos en blanco, volteándose para mandarlo derechito a la mierda por el apodo —¡Necesitas señalación que con tantas curvas seguro uno se mata!

—¡Cállate, idiota!

—¡Ven y cállame!

—¿¡Ah!?

Kirishima no sabía qué había hecho, pero no se arrepentía de nada. El cenizo terminó de vestirse y se volteó a verlo.

Bakugou se acercó a él de manera altanera, agarrándolo las hombreras y halándolo. Acercó sus rostro y le plantó un beso en los labios, de manera brusca.

—Ésta te va a callar —dice luego de soltarlo.

Kirishima traga en seco, sonrojado. Bakugou abre la puerta de manera brusca, saliendo del lugar.

Luego de unos segundos, dos cabezas se asoman.

—¿Qué pasó? —eran Sero y Kaminari.

Kirishima, en cambio, se lanza al suelo hecho bolita, comenzando a rodar por este.

—Todo mal bro, todo mal... —agregó Kaminari entre risas.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora