Gran idiota | kiribaku

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Incómodo. Si Kirishima tuviera que describir el ambiente para él, sería incómodo.

Bakugou últimamente andaba algo extraño, no como antes en el sentido de distante, triste, e indiferente. No.

Sino, era por el hecho de que llegaba a altas horas de la noche, pasándose todo el día con Todoroki.

Celos, Kirishima sentía muchos celos.

Y es que, si todos son amigos de Bakugou ¿él dejaría de ser importante u especial? No lo sabía.

—Tengo que ir, shima. —y ahí estaba de nuevo, diciéndole que tenía cosas que hacer y que "volvería pronto".

Claro, pronto, a las 01:40 de la madrugada.

—¿Siquiera podrías decirme qué tanto hacen Todoroki y tú? —Pregunta Kirishima, siguiendo con sus ojos al mayor que iba de un lado a otro buscando ropa para vestirse.

—No puedo decírtelo —su voz sonó seca y con brusquedad.

—Bueno.

Bakugou suspiró. No es como si le gustara engañar a Kirishima, claro que no. Además de que el pelirrojo se notaba triste -por sobre todo lo demás- debido a que no entendía nada de la situación.

Se acercó a él, parándose frente suyo para tomar su mentón y hacer que alzara su rostro. Pero aún así desvío la mirada.

—Mírame, Kirishima. —pero el pelirrojo no hacía caso —Shima... —no hubo respuesta. —Mi amor, mírame.

Ok, eso sí que no se lo esperaba.
Kirishima posó sus grandes ojos en los del mayor, mientras que él acariciaba sus mejillas con ambas manos.

Bakugou se acercó y besó sus labios dulcemente.

—Te amo. —dijo, alejándose de él para ir a la puerta de la habitación  —Volveré luego ¿sí? Nos vemos.

Y sin más salió para ir a su encuentro con Todoroki.

•

Kaminari observaba cómo su mejor amigo fruncía sus labios, en una mueca de disgusto. Llevaba más de dos horas así y no había cambio alguno en su actitud. Miraba la hora a cada cinco minutos, una y otra vez.

—Bro ¿qué tienes? —aprovechó de preguntar, Kirishima suspiró.

—No es nada, sólo... No sé, estoy algo preocupado —se sinceró —No sé nada de Katsuki, no lo llamo porque no lo quiero molestar, me dijo que estaría ocupado... Con Todoroki. —su voz se apagó al decir lo último.

Kaminari le dirigió una mirada a su novio, quién hizo una mueca mientras negaba con la cabeza.

No digas nada. Había dicho el azabache en voz baja.

Denki tragó en seco, no le gustaba ver a su amigo así.

—¡Bien! —gritó el rubio, poniéndose de pie y llamando la atención de los otros dos. —¡Vamos a salir! No sé, demos una vuelta por ahí o algo.

Kirishima dijo un "¡Sí!" y se puso de pie. Sero miró algo inseguro a su novio, quien le negó con la cabeza a la vez que sonreía. Indicándole que todo estaría bien.

El azabache suspiró, esperando a que no pasara nada malo.

•

Bakugou estaba agotado y suduroso, intentaba seguirle el ritmo al medio albino, pero el muy bastardo hacía lo que quería sin siquiera hacerle caso.