Gran idiota | kiribaku

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La atmósfera en la habitación era tranquila, cómoda. Bastante agradable a decir verdad.

La nieve se veía caer fuera de la habitación a través de la ventana, mientras que la pareja yacía acurrucada entre las sábanas.

-El otro día Kaminari me dijo que cuándo fueron de compras, te habías comprado una cajita feliz -comienza a decir Kirishima, acariciando la espalda de Bakugou con cariño -También dijo que le alegaste a la cajera que no venía la figurita de acción de All Might como en la cartelera.

-¡El miente! ¡Todos mienten! -grita el cenizo, sentándose en el abdomen de Kirishima mientras se cruza de brazos.

El pelirrojo ríe de manera risueña, ver esa faceta de su novio le causaba mucha ternura. Apoyó sus manos en la estrecha cintura de esta, acariciando su suave piel. Bakugou le miro, y se volvió a recostar sobre su abdomen.

A Kirishima no le parecía importar, ni mucho menos molestar.

-Además -vuelve a decir el rubio -No debería llamarse cajita feliz si no estás tú adentro.

-Awww, blasty siempre tan tierno -dice Kirishima, jalando las mejillas de su novio mientras deja cortos besos en todo su rostro.

-Vete a la mierda, shima. -murmura él, totalmente avergonzado.

Kirishima sólo sonríe, besando sus labios.

-Contigo a dónde quieras, bebé.

Bakugou sonrió ladinamente, volviendo a besar sus labios.

-¿Qué te parece si mañana vamos a dar una vuelta por ahí? -pregunta, dejando pequeños besitos en el cuello del pelirrojo, dándole mimos -Me aburro estando aquí todo el rato encerrado.

-¿Mañana? -pregunta Kirishima, intentando no trabarse al hablar -Uh... Lo siento bebé, no puedo, tengo... Cosas que hacer.

El cenizo se separó un poco, mirando fijamente a su novio. ¿Cosas que hacer? ¿Acaso saldría con alguien?

-Mh, bueno -murmura, apoyando su rostro en el pecho ajeno -Pero te abrigas. Y si te quedas viendo a alguien más por ahí, patearé tu culo hasta el infierno.

Kirishima vuelve a reír. Los celos de su novio le parecían sumamente adorables.

-Yo sólo te miro a ti, bebé.

Y entre mimos, cayeron en brazos del morfeo.

Aunque Bakugou quedó con la gran incógnita de qué haría su novio.