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Kirishima se la había pasado toda la tarde en el centro comercial buscando y buscando, de tienda en tienda.

Aún no encontraba el regalo perfecto para Bakugou y eso lo ponía triste.

¡Tenía que ser algo realmente masculino y bonito como él! O algo así esperaba encontrar.

Miró hacia el cielo, ya estaba comenzando a oscurecer. Debía darse prisa antes de que todas las tiendas cerraran. Aceleró sus pasos, analizando todo con la mirada.

Eso, hasta que sus ojos dieron con algo peculiar.

Se acercó rápidamente y, sin pensarlo, entró a la joyería.

—¡Bienvenido! ¿busca algo en particular? —pregunto amablemente la joven que estaba en el mesón.

—Uh... ¡Hola! —saludó alegremente Kirishima —Vi en la vitrina que tenían unos... ¿colgantes eran? ¡si! Unos colgantes o collares de pareja, ¿podría mostrármelos, por favor?

—¡Claro! Espero un momento por favor.

Al poco rato, la chica volvió con los dos colgantes. Cada uno era la mitad de un corazón, se podía leer la frase "Eternal love" en el. Le parecía muy lindo.

—Disculpe... ¿cree que sea posible grabarle una fecha en la parte de atrás? Esque es un regalo para mi novio.

La muchacha le vio con los ojos sumamente abiertos, no se esperaba que ese lindo chico tuviera tales preferencias, pero no dijo nada, ¿quién era ella para siquiera opinar al respecto?

—Creo que sí, —dijo, tendiéndole un papel y lápiz —Anote aquí la fecha por favor.

Kirishima hizo caso y anotó la fecha en la que Bakugou y el comenzaron su noviazgo. La chica tomó el papel y pronto desapareció tras una puerta negra.

Estuvo esperando alrededor de veinte minutos cuando ella volvió, enseñándole el reverso de cada dije.

—¿Así está bien? —pregunta, fijándose el cómo los ojos del muchacho brillan de emoción.

—¡Está más que perfecto! Muchas gracias.

—Es un placer, ahora pase a caja y podrá retirar su pedido allí —indicó, señalando cada lugar al que tenía que ir.

—¡Está bien! —dice Kirishima felizmente —De verdad, muchas gracias ¡feliz navidad!

La felicidad que sentía al conseguir el regalo perfecto para su novio no se la quitaba nadie.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora