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Kirishima seguía sin superar el hecho de haber tenido a Bakugou sentado a horcadas sobre sus piernas, no cuándo éste había movido sus caderas de una manera provocativa antes de morderle el labio inferior.

¡Lo peor de todo es que no había aprovechado la oportunidad!

En fin, eso ya había pasado. Ahora sólo le quedaba volver a intentarlo nuevamente, él no se rendiría ante nada. Además de que, según sus amigos, Bakugou estaba demostrando cierto interés él.

Según mina, Bakugou desde hace un tiempo atrás le miraba con otros ojos.
Según Sero, su físico ayudaba bastante, además de que es al único que tolera realmente.
Y según Denki... Bueno, en realidad no había dicho nada, estaba más preocupado jugando con las manos de Sero entre las suyas, entre lazando sus dedos para luego soltarlos y, así sucesivamente. Eso hasta que Bakugou volvió, ahí cambiaron el tema a que el cenizo debería enseñarles matemáticas y luego a que la comida estaba muy rica.

Ahora, mientras quedaban al menos unos quince minutos antes de que la hora de almuerzo terminara, el pelirojo se puso de pie, diciendo que iría al baño un momento y que pronto volvería.

La pareja -y Mina- asintió, continuando con su conversación. Todo aquello sin siquiera notar que otra persona más se había escabullido de allí.

En cuanto estuvo en el baño, un par de chicos salía de uno de los cubículos, pasando a su lado. El más bajo se veía realmente avergonzado, mientras que el otro llevaba una sonrisa en sus labios.

Esperen ¿Acaso no era ese el muchacho con el que les había tocado luchar en una clase con Aizawa-sensei? ¡Ah! Sí, Mirio-senpai, cómo le decía Midoriya.

Dejó pasar aquello y se adentro en un cubículo cuando ellos salieron, dejándolo solo. Todo bien, hasta que la puerta de afuera se abrió de manera brusca, llamándole la atención.

Dio un pequeño salto en su lugar, para luego seguir en lo suyo y hacer sus necesidades.

—Uff —se escuchó desde fuera, luego, se escucharon leves golpes en la puerta del cubículo que estaba —Vaya, Ei.

Esa voz, esa jodida voz.

—¿Ba-Bakugou?

—Mh —dice él, una sonrisa de forma en sus labios —Si así suena el chorro ¿cómo será la manguera?

Fue lo último que escuchó, seguido de la risa del rubio ya que había estrellado su cabeza contra la pared.

—¡Ya verás! —Dice él en voz alta. —Me vengaré, blasty.

—Me gustaría ver eso, bebé. —y seguido de una risita, Bakugou salió del lugar.







 —y seguido de una risita, Bakugou salió del lugar

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CHIC@S, ME ACEPTARON WAAA.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora