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Hacía calor, mucha calor, y Bakugou estaba aburrido. Estaba aburrido y tenía calor.

Hace un momento estaba vagando feliz de la vida entre sus pensamientos, indagando en cuantos "muere" podría contar antes de caer dormido. Ahora, estaba haciendo algo aún más estúpido.

Y es que ni a Kaminari se le ocurriría hacer una torre con cubos de hielo.

Era una lástima que mientras más alto llegaba la torre, se iba derritiendo. Maldito calentamiento global. Por suerte, una gran idea cruzó por su mente.

—¡Doki bastardo! —grita Bakugou, sentado en el suelo frente a la mesita de centro, procurando que su torre no cayera. Esta al tanto de que el medio albino estaba en la cocina aún —¡Bastardo, te estoy hablando!

—¿¡Que quiedfes!? —preguntó Todoroki, apenas entendiéndose le lo que decía.

—¡Veeen!

Y en pocos segundos, Todoroki se asomó por la muerte del lugar, escondiendo sus manos tras la espalda, con las comisuras de sus labios manchadas al igual que sus mejillas.

—¿¡TE ESTABAS COMIENDO MI POSTRE!?

—Yo no me comí nada... —murmuró el medio albino, apretando levemente el pote de flan entre sus manos.

—Muéstrame tus manos. —ordenó. Todoroki negó rápidamente con la cabeza, comenzando a retroceder lentamente —Ahora, Doki.

Todoroki lentamente mostró sus mano, Bakugou al ver el potecito de su postre en las manos ajenas, se abalanzó sobre el, cayendo ambos al suelo.

—¡Devuélveme mi flan, bastardo! —decía Bakugou, sentado sobre el abdomen del medio albino mientras que con sus manos le jalaba de las mejillas.

—¡Pero ya le lo comí! —se defendió Todoroki, hablando con dificultad.

—¡Regurgítalo!

En eso, Kaminari y Sero llegan a la sala. El azabache río divertido ante tal escena, mientras que el rubio sonrió de manera burlesca.

—Qué perra, qué perra es mi amiga. —comentó, retrocediendo unos pasos.

Denki el suicida le dicen.

—Kaminari. —le llamó secamente Bakugou, mirándole con una sonrisa -algo diabólica ante los ojos del rubio- mientras se ponía de pie.

—¿Q-qué? —su voz tembló, preparándose mentalmente para salir corriendo de allí.

—Zorra. —le atacó el cenizo.

—Eres. —refutó, corriendo para esconderse tras la espalda de su novio.

Entonces todo se volvió un caos. Bakugou maldiciendo a gritos a Kaminari mientras hacía explosiones con sus manos. Todoroki miraba todo con total naturalidad, comiendo lo que le quedaba de flan.

Por suerte Kirishima, quién pasaba por ahí en busca de su novio, intervino.

—Ya suki, calmaaa. Kamibro sólo estaba bromeando —decía el pelirrojo, abrazándole por la espalda y dándole un corto beso en la nuca para tranquilizarlo —¿Te cuento algo...?

—¿Qué cosa? —preguntó Bakugou, dejando su rabieta en segundo plano.

—Que te daría como a un televisor viejo. —comenta, apretando aún más el agarre en su cintura.

—¿Cómo así?

—Sin control, bebé. —respondió, con una sonrisa coqueta.

Esa tarde, Bakugou confirmó la teoría de que su novio definitivamente estaba bien tonto.














Actualizaron unA VIDA CONTIGO CARAJOOO.

Gran idiota | kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora