Gran idiota | kiribaku

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Quizá fue un poco precipitado su actuar, pero ¿Qué más podía hacer? Se sentía mal, malditamente mal.

Y los comentarios de hijo de pu... Los comentarios de Mineta habían detonado la bomba. Aquello fue la gota que  rebalsó el vaso.

Si antes pensaba que Kirishima lo quería sólo por su físico, ahora inclusive podría afirmarlo. Dios, ¿cómo había sido tan estúpido? ¡Era algo tan obvio! Todos sus coqueteos, palabras y acciones bonitas habían sido sólo para llevarlo a la cama.

Bakugou se sentía estúpido.

Debido a su decaimiento, no se podía concentrar al cien por ciento en su entrenamiento, y eso le molestaba. Demasiado.

Las clases ya habían llegado a su fin, pero el seguía explotando y explotando rocas, sin parar.

—Si sigues así, terminarás con un dolor horrible ¿no crees?

Entonces se detuvo, volteando a ver a un extra más.

—No estoy para tus estúpidos juegos, bastardo —escupió —Vete.

Todoroki hizo caso omiso a sus palabras, y se acercó unos pasos más, recargándose en la muralla.

—Noté lo que pasó ese día en los vestuarios —comenta, mirando fijamente a un Katsuki que se ah quedado con la boca abierta —No sabía que tenías ese tipo de preferencias.

—¿¡Ah!? —grita exaltado —¿¡Ahora tú también vendrás con esa mierda!? ¡no me jodas!

El aludido niega con la cabeza, su mirada era neutra, cómo siempre.

—Al contrario, lo entiendo.

—Tch.

El silenció reinó el lugar por unos minutos.

—Fue mi culpa, no debí caer en su juego —comenta Bakugou luego de un tiempo.

—¿Uh? —Todoroki no comprendió del todo.

—¡Eso! —sus ojos se clavaron en los ajenos. No sabía muy bien lo que estaba haciendo, sus labios se movían sin que quisiera —¡Fui un imbécil al caer en su estúpido juego cuándo estaba consiente de la realidad!

Silencio otra vez. Todoroki se acercó nuevamente, hasta quedar a su lado, poniendo su mano sobre el hombro ajeno.

—¿Sabes algo? Las personas sufren más por lo que imaginan que por lo que realmente sucede.

Bakugou no entendió del todo, simplemente le miró, con el seño fruncido. Shouto sonrió levemente, haciendo un gesto con la cabeza para que le siguiera mientras caminaba hacia la salida.

—Vamos.

El cenizo no estaba muy seguro, pero aún así lo siguió de mala gana.

—¿A dónde?

—Probablemente soy el único que sabe de esto, y no diré nada. Veamos que puedo hacer por ti.

Bakugou fruncido aún más el ceño, bufando.

—¡No es cómo si necesitara tu ayuda! —pero aún así lo siguió hasta la cafetería.