Bombón, ella y yo

29°

Era de madrugada cuando Seiya decidió que no podía estar más tiempo sin su bombón y aprovechó que Taiki dormía a un lado de la cama para escabullirse de él;  no sabía quién acompañaría a la muchacha o si estaba acompañada en ese momento o incluso si estaba despierta, pero, no podía más, si seguía en cama por más tiempo y sin verla se volvería loco, así que sacando ventaja de la hora en el reloj y la información obtenida por Michiru fue a buscar a su novia.

Estaba un poco más positivo en cuanto a que si había alguien acompañándola lo dejaría verla y más positivo aún de que no estaría Haruka acompañándole, pues según lo recabado ningún hombre podía acercarsele.

No le importaba ir en bata escondiéndose por todo el hospital con tal de verle y ni siquiera el hecho de que el frío se podía colar por la parte trasera de su nada discreto atuendo ya que todo lo hacía por amor, por su bella Serena.

Tomó fuertemente entre sus manos el dinero que le había robado a Taiki antes de salir de su habitación y en una máquina expendedora compró unas donas y tal como si fuese un espía actuó con cautela.

Al llegar al cuarto con el número de Serena suspiró y se dispuso a entrar, tomó el pomo de la puerta y lo giró esperando a ver a alguna de sus amigas ahí o solo a Serena en la habitación, cuando de pronto se topó con la imagen de la persona que menos esperaba pues Haruka estaba ahí, parecía no haber dormido mucho en días y sus ojos tenían ojeras, pero, lo que más le sorprendió es que estaba "despierto" y parecía concentrado en la nada hablando "solo".

Al ver aquella figura ahí decidió que era mejor irse a tener problemas con ese sujeto, no obstante, ya era tarde, ya lo había visto y se encontró con la mirada taladrante de su rival quien se levantó rápido del lugar donde estaba y con suma seriedad se dirigió al pelinegro.

Fue tanto el miedo que esos ojos penetrantes le causaron que no pudo moverse y, cuando lo tuvo cerca ya era tarde, estaba a su merced.

Haruka lo tomó de la bata y aún con la intensidad en su mirada le dijo nada "contento":-te dije que la cuidarás bien o te la verías conmigo; Seiya Kou la dejaste sola aún con la información que te dí, ¿tienes algo que decir en tu defensa?-.

El hombre palideció, aquella sensación era indescriptible y no sabía que decir, se sentía como si fuese un niño regañado por su padre y esa sensación no le agradaba nada, así que dijo lo primero que se le vino a la mente y que pudo articular:-yo la amo-.

-Kou, no eres muy listo, la dejaste sola, pero..., fuiste por ella cuando a mi no me fue posible, además..., buena respuesta, en tu lugar creo que hubiese dicho lo mismo-, con estás palabras soltó al hombre frente suyo y relajó un poco su semblante:-¿Sabes que ella no podrá tener hijos, cierto?, aún así, ¿la seguirás amando?-.

Haruka lo miró desafiante a la vez que en su rostro estaba un poco de preocupación, pero, Seiya no dudó:-eso no me importa, yo la amo y la seguiré amando por siempre-.

-Por siempre, son palabras fuertes, eso mismo dijo el patán de Chiba y la dejó, ¿qué me asegura que tu no lo harás cuando tengas la oportunidad y encuentres a alguien que si pueda darte hijos?, ¿qué pasa si te dejó el camino libre y la destrozas?, después de lo que vivió, ella no lo soportaría-, la rubia le recriminó.

Seiya guardó silencio unos segundos y apretó sus manos bajando el rostro pero después lo levantó y miró a la Tenho con confianza:-no puedo jurarlo o asegurarlo, no sé que pasará en los próximos años, lo que sí puedo asegurar es que no soy igual a ese sujeto y yo la amo más que a nada en este mundo, incluso, aunque suene cruel creo que la amo más que a mis hermanos, ella me demostró que el mundo tiene color, que vale la pena vivir, que es la mujer que quiero para vivir el resto de mi vida, que ella es la persona por la que podría dar la vida y que incluso, recibiría mil balas por ella solo para mantenerla a salvo, no, no puedo asegurarte que jamás le haré daño porque yo no soy un santo, pero sé que si estoy con ella no dejaré de amarla y, si no podemos tener hijos no importa, es lo que Buda eligió, la amaré con o sin hijos y si ella no puede superar lo que ese tipo le hizo e incluso si tengo que pasar mi vida entera sin tocarla, lo haré, el amor..., corrijo, mi amor por ella va más allá de quererla de manera carnal o para darme descendencia, yo sé que mi amor la alcanzará y logrará sanarla y, si no es así, yo no soy nadie para atarla a mí o para decidir algo así tan a la ligera, si ella te elige a ti o no, no soy nadie para impedirle ser feliz, pero, no puedes venir a decirme en la cara que me aleje de ella como ya varias veces me lo has dicho, no tienes derecho alguno, y..., no estoy seguro de qué fue todo lo que dije pero eso es todo lo que siento, sin ella... siento que muero; la amo, amo a bombón, amo a Serena Tsukino, no me importa su pasado solo su futuro a mi lado y tampoco me importa nada de lo que digas, cualquier cosa que digas no me hará pensar diferente o desconfiar de ella..., Yo...-, Seiya lloraba sin poder contenerse, sin querer, había sacado todo lo que su corazón guardaba y que gritaba por salir con la persona con quien menos esperaba hacerlo.

Seiya iba a seguir hablando cuando de la nada sintió que unos brazos lo rodeaban y que le impidieron continuar su monólogo, era Haruka quién lo abrazaba, haciendo que ella misma se sorprendiese, pues, nunca pensó que tendría la fuerza mental para abrazar a un hombre y, menos a alguien  quien le recordará tanto a la persona que la había violado, aquella que aún le causaba pesadillas y que odiaba con todo su ser, sin embargo, su sinceridad la había conmovido hasta lo más profundo, haciendo que ella misma se rompiese y derramara lágrimas.

-Te aceptó Seiya Kou, bienvenido a la familia-, su voz dejó en shock a Seiya pues la voz grave que tenía se transformó en una más dulce y suave, una voz femenina y quebrada, a la vez que Haruka seguía hablando:-no te preocupes por mí, yo no la voy a alejar de ti, no ahora con todo esto, Serena es mi hermana, solo quiero lo mejor para ella y creo que..., ahora tú eres su mejor opción, hay cosas que tal vez debas conocer de ella pero te las dirá a su tiempo, su vida a cambiado mucho en tan poco, solo sé paciente y comprensivo-.

Ella se separó de él y después le dio un golpe amistoso en el hombro a la vez que agregaba:- a las ocho vienen a revisarla, intenta no estar para ese entonces, yo me iré a ver a mi sirena, creo que, olvidé decirte antes el hecho de que soy lesbiana y que Michiru es mi novia...; como sea, trata de no asustarla y ser paciente, no sé como reaccioné al verte, después de todo, eres un hombre..., nos vemos-.

Con esas últimas palabras se despidió desconcertando a Seiya que no pudo reaccionar de nueva cuenta hasta que ella salió, dejándolos solos en compañía de los sonidos de las máquinas a los que la muchacha estaba conectada...