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Algunos días habían pasado desde aquel doloroso aniversario y Serena le había contado a Seiya sobre aquel suceso y que Haruka había estado acompañándola, primero él se enojo, pero después comprendió que para ella aún era difícil hablar de aquellos temas y quisiera o no, Haruka ocupaba un lugar muy especial en el corazón de la muchacha desde hace más tiempo que él, aún así, le hizo prometer que a la próxima no importaba que estuviera haciendo, ella le llamaría para estar a su lado, aún solo fuese porque se sintiese sola, a lo cual, ella accedió.

Era un bello día y paseaban por el parque, pero lo mejor era que no había rastro de aquella pesadilla viviente, ese día él estaba de suerte pues ya habían pasado unas cuantas horas y "él" no se había aparecido.

Serena tocó tímidamente el brazo de Seiya y le señaló los helados, el pelinegro sonrió y fue a comprarlos mientras ella esperaba cerca de la fuente; lo que no sabían era que alguien los espiaba.

Seiya llegó y ambos comieron su helado hablando de trivialidades y sincerándose un poco más, Serena creía que ya estaba lista para abrir un poco más su corazón a Seiya y dejarse amar, curiosamente aquel había sido un consejo de Haruka aquel día gris para ella, tenía miedo, pero sabía que él no era como Darién, él la miraba con devoción y no le importaba cancelar nada con tal de estar a su lado y se lo había demostrado, ya días atrás cuando ella se enfermo y Amy quien la cuidaba le llamó y él dejó todos sus compromisos solo para estar a su lado.

Lo miró fijamente, cosa que le dió curiosidad al pelinegro quién iba a decir algo justo cuando ella habló:-Seiya ¿me quieres?-.

Él se sorprendió de aquello y tragó grueso pensando en que tal vez ella quería terminar con él y su rostro se volvió pálido pensando que pudiese ir a los brazos de su némesis.

La muchacha se preocupó ante su silencio e iba a tomar la palabra pero Seiya puso un rostro serio y, cabizbajo le dijo:-no te quiero-, aquellas palabras dejaron helada a la chica y cuando iba a salir corriendo, él la miró a los ojos y le sonrió cálidamente:-yo te amo bombón, te amo más de lo que he amado a alguien, te has vuelto indispensable para mí y yo..., si no quieres estar a mi lado lo entenderé solo quiero que estés feliz, pues, solo deseo tu felicidad y...-, él iba a seguir hablando pero ella lo besó.

Fue un beso tierno y dulce, lágrimas salieron de sus ojos y el muchacho pensó que había hecho algo malo, no obstante, le sorprendió la respuesta de ella:-te amo Seiya, te amo, gracias por amarme, yo no se qué haría sin tí, te amo-.

Ella volvió a besarlo y él correspondió a la vez que cerca de ahí un hombre golpeaba un árbol y se marchaba furioso de aquel sitio.

Al separarse, Seiya limpió las lágrimas de ella y ambos sonrieron caminando por el parque y, aunque no fuese muy normal ver a las parejas tomándose la mano, Seiya la tomó.

Aquella cita fue magnífica, fueron al cine, al parque y a una tienda de mangas, todo era perfecto y la cereza del pastel era la cena en casa de su novia, aunque, ella ya le había advertido que su cocina era pésima, aún así a él no le importaba en lo más mínimo, él se comería cualquier cosa que le diera así fuese algo incomible.

Seiya ayudo a preparar la comida y después de un rato aquello estaba listo mientras Serena se disculpaba por quemar la comida y por llenarlo de harina, él sonrió y le hizo saber que no le importaba aquello, tomó la comida y la comió gustoso mientras ella se sentía avergonzada.

Aquel hombre término su plato y pidió más ante la mirada escéptica de la jóven quién puso una gran sonrisa y le sirvió más, después, ella comió y la sonrisa no se le borró de la cara en toda la cena, sin duda, Seiya daría lo que fuese por verla feliz siempre, y, como temía, ya era inevitable, él no podía vivir sin ella, la haría su esposa en algún momento.

Después de aquello ambos fregaron los trastos y Serena hizo palomitas mientras Seiya ponía una película que había comprado, ese día se quedaría en la casa de su novia hasta que ella lo corriese o que él sintiese adecuado y para eso, ya había avisado a sus hermanos que no lo esperaran despiertos.

Ella se acurrucó junto a él y la película transcurrió mientras ellos la miraban atentos y reían  a carcajadas de vez en cuando.

Al acabarse, Seiya besó a su novia y ella le correspondió, pero, aquel era un beso apasionado, uno que a Serena estaba poniendo roja, sin embargo, le gustaba.

Seiya no se podía contener más, así que se aventuró y toco la entrepierna de la rubia a la vez que se abría paso debajo de su falda, no obstante, sin esperarlo la rubia lo empujó y sonrojada se cubrió las piernas a la vez que Seiya quedaba estático y al reaccionar se dió cuenta de su error, debía suponer que era demasiado rápido después de lo de su ex- novio.

El pelinegro se levantó de golpe y Serena pensó que se había enojado, no quería perderlo pero no estaba lista aún, así que tomó su brazo y suplicantemente le pidió tiempo.

El chico al mirar ese rostro se sintió mal pues pensó que la estaba presionando, recriminándose su actuar, ante lo cual, trató de hablar para calmarla:-lo siento, no debí hacerlo, yo, soy un bruto, sé que es pronto y...-.

Ella lo calló antes de que él siguiera:-no, no es eso, es que yo..., yo..., yo soy aún virgen-.

Aquella confesión tomó por sorpresa a Seiya y lo llenó de felicidad pues eso quería decir que ella no se había entregado a Darién y mucho menos a aquel antipático rubio como quería hacérselo creer, así que sin querer, una imperceptible sonrisa se formó en su rostro y le dijo:-descuida cariño, lo siento por presionar, puedo esperar hasta el matrimonio-.

Aquella palabras sonrojaron a la chica pues eso quería decir que él pensaba en casarse con ella, lo cual la hizo aún más feliz haciéndola hablar:-yo..., Seiya, no quiero hacerte esperar, pero, aún no estoy lista y...-.

Seiya la abrazó:- esperaré todo lo que haga falta, te amo bombón, no te preocupes, jamás te dejaré-.

-Seiya...-, él la besó dulcemente y ella se dejó querer, aquello había sido tan relajante pues él no le exigía tener intimidad tal y como Darién lo había hecho en su momento y eso la hacía sentir mas protegida y enamorada, no cabía duda, para ella Seiya era la persona que tanto había esperado y no se arrepentía de estar a su lado...

-, él la besó dulcemente y ella se dejó querer, aquello había sido tan relajante pues él no le exigía tener intimidad tal y como Darién lo había hecho en su momento y eso la hacía sentir mas protegida y enamorada, no cabía duda, para ella Seiya er...

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Bombón, ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora