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Advertencia: Violencia, leer bajo su propio riesgo.

Serena trató de cubrir su cabeza, aquel ruido era insoportable, las lágrimas corrían y no estaba segura de lo que pasaba, a su lado seguía Diamante disparando con la certeza de un buen tirador resguardado tras de uno de los contenedores que hasta ese momento ella les había prestado atención a la vez que de ahí sacaba armamento para seguir en la contienda.

Quería hacer algo pero su cuerpo dolía mucho por la pelea anterior contra Esmeralda y aunado al trauma pasado, se sentía incapaz de siquiera moverse, solo quería morir, ir con Seiya y arrojarse en sus brazos esperando el cálido aliento de la muerte llevándola junto a sus padres y su hermano, pero, los rostros de todas las personas que la esperaban pasaron por su cabeza tratando de infundir valor y cuidar su vida.

Diamante había sido rozado por la bala de Seiya pero aquello era un minúsculo rasguño a comparación de heridas anteriores, vigilaba a su amada a la vez que de los contenedores frente a él sacaba municiones para defenderse, algunos de sus guardias hacían lo mismo junto a Esmeralda que con la situación volvía a su lado.

Aquellas mujeres eran hábiles  pero solo eran cuatro contra todos, temiendo que sus refuerzos no llegasen a tiempo escuchando como llegaban más enemigos a su encuentro.

Por su parte, Seiya había sido herido en el hombro gracias a la ayuda de Rei, respiraba muy agitado y trataba de ir hacía Serena pero Rei se lo impedía, pues no podían hacer otra cosa que resguardarse y hallar la manera de poner a salvo a aquellas víctimas del peliplata que seguían inconscientes y en peligro de muerte ya que cada segundo perdido era un suspiro más de su vida que se escapaba.

Solo podían observar todo aquel escenario macabro, sintiéndose inútiles ante aquello.

Rei maldijo y le arrebató el arma al pelinegro, disparando a diestra y siniestra a un hombre que les apuntaba, era él o ellos, tomó aire y se dispuso a mantenerlos a salvó.

Seiya quedó en shock por aquello, él jamás había disparado un arma de verdad hasta ahora, solo armas falsas en comerciales o filmes y el sonido del cañón del arma no lo olvidaría en su vida, quería irse de ahí, ir hacía su novia pero sabía que  solo lo empeoraría, aquel sujeto era perverso y podría ser capaz de matarla si se desquiciaba lo suficiente.

Cere Cere, la líder del escuadrón Amazonas llegó cerca de aquellos pelinegros tratando de entender lo que ocurría a la vez que sus amigas tomaban lugares estratégicos para lo que se venía, ya habían matado a algunos guardias pero el número seguía siendo más que el de ellas, aunado al hecho de que había civiles que cuidar.

Aquello estaba siendo un verdadero martirio, su corazón bombeaba fuerte y la adrenalina la llenaba, era la primera vez en su vida que creía que moriría, pues todo había sido tan abrupto que no no hubo tiempo de una gran estrategia llevándolas a un desastre seguro.

Así que segura de que hacer, Cere Cere llamó a sus compañeras y se dispuso a avanzar, pero, una bala fue directo a su pecho haciéndola caer, siendo parada por el chaleco antibalas muy apenas, pudiendo ver el panorama real de todo apenas un segundo, alertando a sus compañeras, mientras que  Eliot, Takano y Ojo de pez (Nanami Woka) disparaban a los que trataban de ingresar a aquel estrecho espacio donde se llevaba a cabo una verdadera masacre.

Diamante maldecía en sus adentros por la tardanza de los suyos pero sabía que había más personas involucradas en aquel ataque al solo llegar unas cuantas personas de todas las que conformaban sus filas.

Sabía que podía ganar aún así, él era muy frío y calculador, estaban en sus territorios, solo tenía que jugar bien sus cartas.

Tomó a Serena del brazo y la atrajo a él, ella trataba de cubrirse pues estaba casi desnuda solo con algunos pedazos de tela hecha girones que cubrían su desnudez, la tomó con fuerza y la acercó a él besándola:-de aquí saldremos juntos amor, tú solo puedes ser mía-.

De la nada ordenó el cese al fuego confundiendo a amigos y enemigos, a la vez que éste salía sin miedo tal y como si fuera a prueba de balas y, sin una pizca de duda exclamó:-los dejaré ir a ustedes y a aquellos entrometidos si me dejan irme con mis secuaces en paz; no se volverá a presentar esta oferta, a cambio, solo me llevaré a mi princesa, todos los demás se los pueden llevar, ustedes no ganarán, vienen más aliados de los que hay aquí y si no es suficiente (sacó una granada de mano y sonrió con malicia) me los llevaré a todos conmigo al infierno, ella no será de nadie, mas que solo mía-.

Jun Jun iba a hablar pero Cere Cere la calló:-no te creo, jamás te inmolarías, además, alguien nos dijo que habías perdido la alianza Death moon y Pharaoh 90 te dio la espalda, no mientas, nadie más vendrá a tu ayuda-.

Diamante sonrió arrogantemente:-¿estás tan segura para jugarte la vida?, ¿Quieres probarme?-.

Esmeralda tembló de miedo:-señor por favor no cometa una locura-, sabía de lo que era capaz y la sola idea de que prefiríera la muerte la llenaba de temor, sabía que la alianza se había deshecho y algunos aliados lo traicionarían si se daba la oportunidad, más que nunca en esta situación todo estaba mal y sus más fieles subordinados estaban siendo eliminados uno a uno, no entendía su mente y tenía pánico de ello.

Ves Ves lo confrontó:-eres un hablador, jamás podrás ganarnos, estás desesperado, entrégate o todo se volverá más violento-.

-Para Para no siente que miente, él enserio piensa en morir-, una de las mujeres tomó la palabra, en el rostro de Diamante pudo ver el rostro de alguien que no mentía, no se sentía acorralado pero hablaba tan seguro que pudo helarle la sangre a la peliazul.

-Bien, no accederán a aceptar mi trato, son unas imbéciles, les doy la oportunidad de vivir y llevarse a esos estorbos y así me pagan-, Diamante habló molesto.

-Deja a la chica en paz Diamante, tengo un trato mejor, te entregas y obtendrás perpetua con derecho a reducir tu condena por buena conducta-, la líder habló.

Jun Jun mientras tanto buscaba la oportunidad de volarle la cabeza al hombre pero la muchacha estaba muy cerca y cualquier movimiento en falso le costaría la vida.

-No lo creo, respuesta equivocada; mi bella princesa, si no eres mía no serás de nadie, ¡Disparen!-.

Las balas volvieron a danzar por todo el lugar a la vez que Diamante disparaba a Serena como un acto de posesión, sin embargo, Seiya quién se había escabullido del lado de Rei se había acercado lo suficiente a ellos para interponerse en su camino, no obstante, ya era tarde, Diamante le había disparado a Serena y ahora disparaba a Seiya en la cabeza, siendo tacleado por Rei, esperando haberlo hecho a tiempo.

Pero..., la risa de Diamante inundó el lugar poniendo la piel de gallina a todos, a la vez que decía:-ella es solo mía, los veré en el infierno infelices, ¡El clan Black Moon vivirá por siempre!-, con ésto lanzó a Rei violentamente estrellándose en la pared a la vez que quitaba el seguro a la granada y la arrojaba mientras el posicionaba su pistola bajo el mentón y disparaba, poniendo fin a su vida aún con una sonrisa en la cara.

Hubo gritos y después una gran explosión poniendo fin a la batalla que se libraba afuera de aquel sitio y adentro...

Bombón, ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora