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Serena sonrió algo nerviosa, tomaba la mano de Seiya con fuerza, suspirando y derramando algunas lágrimas, él le sonreía y le aseguraba que todo estaría bien, tenían miedo, pero sabían que saldrían de eso, ella tenía muy poco avance en su recuperación pero al menos ya podía estar más cerca de él y eso esperanzaba al pelinegro, era tan difícil no poder darle las muestras de afecto que ella se merecía pero no la presionaría pues la amaba y mucho.

Llegaba el momento de despedirse; Serena había sido dada de alta hace dos días y ya podía irse del hospital, pero, no quería hacerlo, no hasta que Seiya saliera también, ahora tenían que despedirse, el tiempo había acabado y Seiya sería de nuevo admitido a cirugía, más problemas se habían presentado en su recuperación y aquella operación era muy necesaria, Amy la había autorizado pues como médico a prueba sabía que aquello era muy delicado, aunque, justo ahora se cuestionaba sobre el rol de su profesión ya que no encontrar aquellos problemas antes eran una negligencia y su mente no lograba comprender como lo habían pasado por alto, pero tenía que ser subjetiva y simplemente hacer lo mejor por las personas que estaban a su cargo.

Quería darle un beso en la mejilla pero aún no podía hacerlo, el rostro de Diamante aparecía y la desestabilizaba, no pudiendo acercarse más, solo pudiendo tomar su mano, Seiya lo sabía así que solo se acercó lo más que pudo y unió su frente a la de ella y después dándole un beso al aire muy cerca de su frente, a la vez que tomaba su mano y le ponía un anillo de diamantes en la mano antes de ser llevado a aquel sitio donde le prácticarian aquel procedimiento médico y ser separado de ella...

Aquel anillo lo había guardado desde hace mucho tiempo, de hecho lo había comprado por capricho después de haberla conocido, siempre había creído que era amor a primera vista y, aunque había sido una locura en su momento, ahora sabía que era en lo mejor que había invertido en su vida y quería que ella lo tuviese por si algo le llegase a pasar, aunque, le habían asegurado que la cirugía no tendría ningún riesgo, aún así él quería que ella tuviese algo de él, algo que la hiciera acordarse de su gran amor siempre, pasara lo que pasara, aquel anillo de compromiso, aquel que Amy le había facilitado una vez que habló con ella y le explicó la situación por la que pasaba Yaten y la suya propia a la vez que no podía callar más la desaparición del castaño, así que en ese momento el pelinegro había aprovechado para que le hiciera aquel favor y llevase ese anillo que tanto merecía portar su dulce bombón...

Al salir, Haruka la abrazo con fuerza dejando que llorara en su pecho, confortándola y brindándole todo su apoyo, ambas estaban en proceso de sanación, se habían vuelto más unidas y, de algo estaban seguras, no se volverían a separar y aunque Haruka no lo admitiría, ya apreciaba a su torpe cuñado más aún al notar aquel anillo que no pasaba desapercibido para ella y esperaba que todo fuese bien con éste pues no soportaría ver a su hermana llorar más.

En ese tiempo, Michiru había salido de su retiro temporal y había vuelto a los reflectores siempre con su fiel manager Setsuna, también tomando de nuevo el mando de la parte de las empresas de la Tenho a las que la había puesto a cargo ayudada de Kaolinete, la persona que llevaba la dirección de estas en su ausencia, a la vez que tomaba en sus manos algunos asuntos de su amante, ya que, aunque quisiera, ella no podría estar en las pistas por un buen tiempo debido al accidente que había tenido y por otra parte, ella no estaba lista para dejar a Serena sola y a Tora aún, solo tomando algunas sesiones de fotos y comerciales de muy poca duración y asuntos que solo ella podía atender y nadie más.

Setsuna empezaba a salir con Tora sin dejar a un lado sus responsabilidades y sus fieles amigas  estaban al pendiente de que él fuese bueno con ella, mientras Hotaru se sentía muy feliz por su madre, ya que creía que aquel hombre podría ser el indicado.

Otra cosa que había ocurrido en ese lapso de tiempo había sido el despertar de Yaten, ahora se encontraba en rehabilitación por la perdida de su masa muscular por el coma en el que estaba y había sido puesto al tanto de lo que había pasado en su inconsciencia a través de Moly y Amy, siendo notificado del especial cuidado que la castaña había tenido con él, a la par que él mismo recordaba su voz cuando había estado en coma, llegando a apreciarla, aún amaba a Serena pero sabía que debía dejarla ir, ella era feliz con su hermano y saber que estaba viva había sido suficiente para él, pensando en darle una oportunidad a aquella que estuvo con él todo ese proceso.

Bombón, ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora