Bombón, ella y yo

39°

Haruka llegó a la expendedora, sacó el producto que quería y se dejó caer junto a ésta, observó el techo y movió sus manos con nerviosismo, había estado postergando el encuentro de Serena y Tora, temiendo que tuviera un impacto negativo en ella, exteriorizándolo a su hermano y él lo había comprendido, pero, era necesario para el bienestar mental de los tres, ahora más que nunca se necesitaban y, si su gatita se casaba, quería que Tora pudiese estar presente como lo que era, como su hermano.

Suspiró frustrada y sacó su teléfono observando varios mensajes de Michiru donde le decía que estaba aburrida trabajando, a la vez que la rubia sonreía y pensaba:~¿Qué haría sin ella?~.

Luego leyó otros mensajes de Setsuna y Hotaru, dos de Tora y uno que llamó su atención, era de Rubeus, en éste le decía que había vuelto a Japón, a la par que le adjuntaba una foto y le advertía:~cuídate de ella, su nombre es Chuuko Nezu y ha indagado mucho de tu vida y la de Michiru, es una reportera que no acepta un no por respuesta, mantente atenta~.

Maldijo en silencio y suspiró frustrada, ya la había visto antes, pues hace varias semanas se había negado a una entrevista con ella ya que tal parecía que sabía sobre su accidente y quería una premisa; no le preocupaba que su vida saliera a la luz, más bien le preocupaba que sus allegados sufrieran las consecuencias, era muy cuidadosa y tenía a gente borrando sus pasos tal y como si se tratase de un yakuza borrando sus huellas, pero, no quería esa clase de publicidad en su carrera y menos que con eso se llevase entre las piernas a Michiru o Setsuna y ahora menos que nunca con los lazos que acababa de formar, su hermana, su hermano, incluso Seiya y las amigas de su hermana que casualmente también lo eran suyas ó algo así.

Respiró profundo y comenzó a pensar en que hacer, tal vez sería bueno adelantarse y dar una entrevista donde hablara un poco del porqué había dejado las pistas, pero, no estaba segura, tenía que hablarlo con su manager y su novia, no podía tomarlo a la ligera ya que el mundo del periodismo solía ser muy despiadado, más aún, si querían tomar y hacer una historia amarillista donde lígaran su relación con Serena y lo que pasó con Black Moon a la par de la relación entre los Kou y aquel asunto, pero no dejaría que eso pasara, no podía hacerlo, tenía que ser más astuta y no dejar que aquello los arrastrara, cerró los ojos un momento y volvió a meditar mientras el sonido del reloj hacía eco en el lugar y las voces de su cabeza volvían a embargarla, tratando de hacer que se disiparan.

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Yaten dormía plácidamente, había tenido una sesión de rehabilitación y estaba agotado, Moly tomó su mano y la acarició, ya era un hecho, estaba enamorada.

Ese día lo tenía libre así que se quedaría hasta que ya no se lo permitieran, comenzando a hablarle como solía hacerlo siempre aunque él no la escuchase; eso ya se había vuelto algo muy común en ella.

Él pareció tener una pesadilla y ella trató de apaciguarlo hablándole suavemente y acariciando su rostro, entonces, él se calmó, pero, lo que salió de sus labios fue el nombre de su amiga:~Serena~, formándose un nudo en su garganta, no obstante, no era la primera vez y ella sabía de lo que el hombre sentía por su mejor amiga, ya que había confesado sus sentimientos hacía unas cuantas horas y él le había dicho la verdad, tan directo como lo hacía siempre y ella había decidido seguir ahí no importando ese hecho, cosa que Yaten apreció mucho.

Ella lo miró con amor y siguió como siempre, hablando con él, pero, está vez se armo de valor y le dió un pequeño beso en la frente, acto que hizo despertar al Kou, haciéndola sonrojar y haciendo que la mujer tratara de inventar excusas sin sentido, tomando sus cosas y a punto de irse, pero, él se lo impidió tomando su mano y sonriéndole, a la vez que le decía:-no te vayas, no quiero estar solo, no te preocupes por esto, esté es nuestro secreto, además, nadie se resiste al gran Yaten Kou-.