Bombón, ella y yo

24°

Mientras tanto, minutos antes...

Rei iba lo más rápido posible en el auto de Seiya, él no podía manejar en su estado y estaba temblando, tenía miedo de no llegar a tiempo, su corazón iba muy acelerado y le dolía, sentía que la perdería y si lo hacía, que se desquiciaría.

Él se había escabullido y se iba a ir en su auto cuando Rei lo atajó imponiéndose ante él y acompañándole ante su clara negativa, ahora ambos eran compañeros en ese viaje contra tiempo, sin saber que esperar.

Seiya iba tan ensímismado que no escuchó a la pelinegra hasta que está alzó más la voz:-¡Te estoy hablando!, diablos Seiya, ponme atención, de nuevo repíteme la dirección-.

El hombre sacudió su cabeza y se la dijo:-lo siento, es que si ella...-.

-¡Basta!, si dices algo negativo sobre la situación verás de lo que soy capaz, mira que quererte ir y no llevarme no te lo perdonaré tan fácil, no se que dientres sucede realmente pero si esa tonta de Serena está involucrada me incumbe, entiendelo bien, no te librarás de ninguna de nosotras, ¡entendido!-.

Una gran gota estilo anime se formó en el Kou quien ya no comprendió de que iba el mensaje de la muchacha, sin embargo, supo que ella estaba igual o más preocupada que él y que la forma de expresarlo era aquella, Rei no solía abrirse mucho y mostrar sus verdaderas emociones, una cosa que había aprendido con el poco tiempo de su convivencia y, aunque siempre peleaba con su novia, sabía que la quería tanto como a una hermana.

Trató de calmarse y no darle más preocupaciones a la chica, poniendo atención en el camino e indicándole a Rei por donde ir para llegar más rápido usando algunas aplicaciones de su celular; el tiempo era oro y tenían que decidir como actuar.

Michiru apretaba fuerte el volante mientras manejaba, también apretaba fuertemente su mandíbula mientras ignoraba las llamadas entrantes de Setsuna, esperando la de Amy a la vez que Takano hacía unas llamadas en el asiento del copiloto, de vez en cuando levantando la voz y dándole órdenes a la aquamarina, las cuales en su mayoría ignoraba...

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Andrew llegó al departamento de la peliazul con el encargo de su mujer lo más rápido que pudo y ya que no vivían muy lejos no tardo demasiado, llegando con la portátil encendida.

Lita rápidamente sacó su celular, abrió algunas pestañas en la pc, puso unas contraseñas y pidió a su marido que mantuviera su celular cerca y en altavoz.

Al otro lado de la línea Kinji hablaba con ella empezando a conectarse el dron con la portátil de la castaña, mandando una señal de la dirección que anteriormente le había dicho que investigase.

Tras unos segundos sin nada, por fin se pudo observar lo que creía que buscaban, observando una columna de humo salir de lo que parecía ser una bodega o cuarto, haciendo que conteniese el aliento.

Andrew no estaba seguro de lo que pasaba, pero, la cara de su esposa y la seriedad de las otras muchachas le decían que algo andaba muy mal.

Entre las tres se intercambiaron algunas palabras y Amy sin perder tiempo y ya con más información mando un mensaje claro y conciso tanto a Michiru como a Rei, a la vez que trataba de ser mucho más rápida y conectarse a aquellos aparatos que transmitían a su programa para tenerlos en tiempo real.

Lita dió instrucciones a su hermano y, de un momento a otro pudo observar a unas personas congregarse en un sitio, llamando la atención a Amy quién acababa de conectarse a la cámara y micrófono de Moly finalmente, a la vez que se enlazaba al teléfono de una de las detectives que Takano le había indicado y Mina gritaba histérica por el abrupto cambio en el audio e imágen, dejando de piedra a la rubia y la peliazul, no obstante, Lita seguía guiando a su hermano en la búsqueda, ignorando el alboroto de sus amigas, cosa que el único hombre en la habitación agradecía pues se podía ver en el vídeo a unos hombres ensangrentados siendo apuntados por unas pistolas.

Amy se sintió morir sin saber que hacer, pero, no perdió más tiempo y siguió en su trabajo aunque su pulso temblaba y su respiración se agitaba al escuchar lo que ocurría, sin poder creerlo.

Por su parte, solo llegar al sitio en cuestión, Seiya y Rei no meditaron el peligro, bajaron del auto y siguieron el mensaje de la peliazul, observando a su alrededor, pero, de inmediato fueron encontrados, siendo apuntados por unas pistolas a sus espaldas, no obstante, Rei fue muy osada y en un rápido movimiento se dió vuelta y con una máquina de electrochoques para defensa personal dejó inmovilizado a su atacante, a la vez que Seiya aprovecho el descuido del suyo, girándose y dándole directo a las partes nobles del contricante a la par que golpeaba su cara, inmovilizándolo y quitándole su arma.

-¿Qué rayos fue eso?-, la pelinegra cuestionó.

-Defensa personal, esta bella cara no se cuidará sola y, ¿qué hay de ti?-, Seiya respondió arrogantemente.

-Igual, defensa personal, soy una doncella muy bella, hay que saber defenderse en estos días-, Rei guiño un ojo y luego continuó:-dejemos esto para después, tenemos que encontrar a Serena, gracias al cielo que siempre cargo con mi aparato contra pervertidos-.

-Vaya, no me gustaría encontrarme contigo distraída-.

-Muy gracioso..., sígueme, ya sé dónde está Serena, puedo sentirla-.

-¡Pero de que rayos hablas!, ¡¿Cómo puedes saberlo?!-.

-Tu sígueme, no solo soy una cara bonita-, la sacerdotisa lo dijo tan seria que Seiya solo asintió mientras ella pronunciaba palabras raras e incoherentes para el otro y sacaba un talismán de su bolso, ya que la joven tenía un don y sentía la presencia de su amiga a la vez que también el peligro, haciendo que Seiya la siguiera de cerca y que estuviese detrás de ella.

Estaba tan concentrada que hasta parecía estar poseída y, aunque Seiya dudaba un poco si seguirla, lo hacía, observando de vez en cuando su celular y el de Rei, el cual se lo había confiado al bajar del auto, sin perder detalle de su bandeja de entrada.

De repente, los gritos de Serena les heló la sangre, ambos estaban conscientes de que no tenían el armamento necesario para un ataque, pero, sus impulsos y el temor los empujó a hacer una locura, la cual, tal vez sería suicidio.

Sin pensar mucho se dirigieron al sitio en cuestión, y al llegar, aquel escenario los aterró, aquella imagen se grabaría a fuego en su mente y seguro los acompañaría un buen tiempo.

Seiya apuntó el arma que portaba hacía el frente directo al peliplata mientras Rei se ponía en guardia, siendo apuntados por los guardias de aquel hombre imponente a la vez que el Kou le gritaba que dejará a su novia.

Diamante sonrió con burla ante tal interrupción, estaba muy molesto pero también extasiado y con muchos sentimientos encontrados, ya que el "usurpador", como él lo veía, había venido voluntariamente hacía él sin tener que ir a buscarlo.

Cerró su bragueta y sin delicadeza lanzó al suelo a la traumada mujer a sus pies, haciéndola lanzar un quejido mientras lloraba sin cesar esfumándose su brillo en la mirada, pero, no hubo tiempo de nada pues inmediatamente de está acción Diamante gritó al aire:-¡Muere!-, disparando hacía Seiya con la agilidad de un buen tirador, dándole muy poco tiempo de reacción a éste que fue empujado por Rei al adivinar sus intenciones mientras el pelinegro disparaba sin querer con esta acción, alertando a más de una persona sobre aquello...

Todo lo sentían en cámara lenta y unas mujeres llegaban con chalecos antibalas desatando el infierno ya que venían refuerzos del lado de Diamante, a la par que todo era observado en silencio por las muchachas en el departamento de Amy siendo monitoreado desde el aire y en primera instancia con los aparatos que Moly llevaba encima y el dron de Kinji.

Ante tanto alboroto Takano no tenía duda de a dónde ir y encontrándose con sus colegas se apresuraron a llegar a aquel lugar, dejando a  Michiru esposada a un sitio cerca del auto, frustrándola y temiendo lo peor, ya que si acaso llegaban a perder a Serena no sabía lo que Haruka era capaz de hacer, aterrándola y luchando desesperada por escapar de aquellas esposas, mientras el destino de todos pendía de un hilo...