Bombón, ella y yo

27°

La noticia voló como pólvora, dos de los tres integrantes del famoso grupo Three lights estaban heridos en un hospital; los encabezados y la prensa no pararon de especular que pasaba y Taiki no dejaba de ser acosado por los medios,  más aún al saberse que el clan Black Moon estaba involucrado, pero, el castaño no tenía cabeza para nada, sus dos hermanos estaban al borde de la muerte y él no podía hacer nada, se sentía inútil y culpable, aunque, claramente no era su culpa y, para colmo, se había enterado que su investigador privado también estaba en el hospital, sin duda su vida se había vuelto un calvario y no quería hablar con nadie, ni siquiera con Amy que se había vuelto cercana a él, no se atrevía a llamarla para que le acompañase y sinceramente, se estaba desmoronando completamente...

Las horas pasaban y el escenario de los involucrados no era el mejor, los que estaban en urgencias no habían salido aún, las noticias de los doctores sobre ellos eran nulas y el acoso al hospital para conocer que había ocurrido no facilitaba las cosas.
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En ese momento, las muchachas se encontraban esperando noticias, Lita se plantó muy segura a su esposo para que fuesen al hospital a ver a sus amigas, pero, como estaban en diferentes hospitales, Amy decidió acompañarlos con Rei quien era la que estaba en mejor estado si así se le podría llamar, mientras Mina iba a investigar la situación de Serena ya que la peliazul no se sentía lista para ir con la Tsukino aún, estaba estudiando para médico y lo que habían logrado oír no ayudaba nada a sus conjeturas, así que por lo pronto y para su salud mental, no se atrevía a ir con ésta, por lo que Mina contactó a Michiru para saber lo que ocurría y está le dijo que la veía allá.

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La aquamarina no sabía como decirle aquello a Haruka, ya se había enterado de todos los hechos y detalles, así que ahora se encontraba con Takano quién era atendido en el hospital también, por una bala perdida.

Él por toda la adrenalina no se había dado cuenta de su estado hasta que su amiga se percató de la sangre, siendo llevado en su auto por aquella peliaqua quien no sabía con que cara ver a Haruka, pero, ella no le guardaba secretos, sabía que su amante se daría cuenta tarde o temprano, así que, cuando dejó al pelirrosa en la sala de espera, fue a verla.

Haruka seguía sedada, finalmente la habían puesto a dormir después de mucha lucha pero ahora pronto despertaría y ya Setsuna le había puesto al tanto de todo a su amiga reclamándole en el proceso, pero abrazándola cuando la aquamarina rompió en llanto, comprendiendo su dolor.

Se acercó a la rubia y depósito un beso en su sien a la vez que ésta despertaba, se miraron unos segundos y después Michiru la abrazó como si la vida se le fuese en ello, diciéndole:-tenemos que hablar-, ahí Haruka supo que algo muy malo pasaba y con mucho esfuerzo correspondió el abrazo:-dime mi sirena-, le dijo, ante lo cual, la violinista comenzó a relatar a grandes rasgos lo que ocurría, destrozando el corazón de aquella rubia.

Como Serena no tenía familia inmediata Michiru usó sus influencias haciéndose cargo de ella y de Rubeus pues sabía que él tampoco tenía a nadie y la situación de ambos era crítica, además, sabía que era el protegido de Haruka, aunque, aún no tenía muy claro  el porqué.

Al quedarse solo, Takano suspiró, era fuerte pero aquello lo superaba, estaba temblando, no podía irse así a casa y esperaría a Michiru.

Creyó que moriría, sacó una foto de su billetera y después volvió a guardarla, era una foto de su familia, hace mucho la había perdido, pero, con aquella experiencia vió su vida pasar y se cuestionó que hacía con ella, era un policía con un buen sueldo pero su vida personal no era la más adecuada saliendo con mujeres mayores y terminando con ellas cuando se aburría, necesitaba un cambio, tal vez enamorarse de alguien de su edad o al menos, no de alguien que fácilmente podría ser su madre, estaba pensando todo aquello cuando de pronto, una joven rubia se le acercó y le ofreció un café con una gran sonrisa:-hola, soy Mina, no nos presentamos adecuadamente, bueno, prácticamente no nos presentamos, creo que necesitas compañía; gracias por ayudar a mi amiga-.

Él quedó mudo al verla, le sorprendió su amabilidad y aquella hermosa sonrisa, la cual, él devolvió a la vez que tomaba el café y le respondía:-gracias a ti por la bebida, yo realmente no hice mucho allá, por cierto, soy Takano, mucho gusto-.

La muchacha se sentó y estiró sus manos mientras dejaba su propio café a un lado suyo, luego lo miró directamente:-espero que Serena esté bien, esperaré a Michiru aquí si no te molesta-.

El bajó la mirada y volvió a responder:-estarán todos bien ya verás...-.

Paralelamente Taiki permanecía en la otra esquina esperando noticias de sus hermanos que aún estaban en cirugía, con una mirada triste y vacía, perdiendo la noción de lo que pasaba alrededor...

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Serena podía ver una hermosa luz frente suyo, trataba de alcanzarla pero no lo podía hacer, ahí se encontraba la imagen de su madre, padre y hermano, aquellos padres que la acogieron y le brindaron un hogar, ellos sonreían pero no podía llegar a ellos, de pronto, unos brazos la rodearon, era una calidez indescriptible, volteó, pero no había nada, así que volvió a mirar hacía el frente y ahora, un campo de flores se materializaba, a la vez que se encontraba a un chico a quien ella reconoció, era Seiya que le extendía su mano, era extraño porqué anteriormente ella le había extendido la suya a él en su sueños, así qué se cuestionó si eso era un sueño o qué pasaba.

El chico pronto se convirtió en un niño y ella volvía a ser una niña, aquello le parecía conocido, su voz le llamaba una y otra vez con su nombre, y, ella correspondió diciendo el nombre de aquel chico.

Corrió hacía él y de pronto el campo de flores cambio, ahora se encontraba el universo a su alrededor y al tocarse las manos pareció que el universo bailaba para ellos, volviéndose adultos y ambos sonrieron.

Seiya volvió a pronunciar su nombre y la besó..., justo en ese momento, Serena despertó exaltada, clínicamente había muerto unos segundos y había resucitado, a la par, Seiya se estabilizaba mientras una sonrisa surcaba su rostro, su respiración también se normalizó y los doctores aprovechaban aquello para poder actuar mejor en la cirugía.

Sin saberlo, ambos habían tenido un viaje astral donde se encontraron el uno al otro, pues inconscientemente se buscaban, dándose fuerzas para seguir viviendo un día más...