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Haruka iba en su auto deportivo por las calles de Tokio, cuando de repente, baja la velocidad y se estaciona en un lugar muy discreto, desciende de ahí y camina unos cuantos metros hasta un lugar desierto y algo sospechoso.

Frente a ella aparece un hombre de cabello rojo con un traje estilo militar y un tatuaje de media luna en su frente, Haruka se acerca y aquel hombre le extiende un sobre a la vez que ella habla:-¿hay alguna novedad Rubeus?-.

-Me complace decirle señorita que he desviado con éxito todas las investigaciones hacía su persona, cada vez se alejan más y más de las verdaderas pistas de su pasado, esa misión como siempre, es un éxito, la información semestral de su hermano esta en ese sobre y por lo pronto, el mayor problema que ha tenido es con su ex-novia, la investigación de los Kou que me pidió cancelar también está ahí, son todos los datos recabados hasta este momento junto a la información de Darién Chiba y..., hay algo que no le gustará en nada-, puso semblante serio.

Haruka se tensó y decidió hablar:-es sobre el otro encargo, ¿cierto?-.

El pelirrojo dudó un poco y luego asintió:-Diamante Black está cerca, salió libre hace poco y al investigarlo me dí cuenta que sigue a su hermana..., ese sujeto no es cualquier cosa, debe andarse con cuidado en su proceder, eso si usted intenta hacer algo; parece que aún sigue obsesionado con su hermana y ahora es más peligroso que antes-.

-¡Maldición!-, Haruka golpeo un árbol cercano a la vez que agregaba:-¿porqué justo ahora?, malnacido...-.

-Hay otro problema, no he podido averiguar nada de su hermano Zafiro, por más que he investigado, es como si la tierra se lo hubiese tragado-.

-¿Toda la información esta en orden?-.

-Así es señorita Crista-.

-Bien, no dejes la investigación pendiente, recuerda que confío en tí y si incumples tu contrato de confidencialidad no me tentaré el corazón para nada-.

Él sonrió arrogantemente:-descuide, usted me paga muy bien como para traicionarle y, si lo dice por el clan Black moon, hace tiempo que rompí lazos con ellos, soy un profesional, no revelaré nada de lo que he investigado o se ha dicho aquí-.

-Bien dicho, te has ganado cada centavo de tu paga-, con esto extendió un sobre con dinero a aquel hombre a la vez que él decía:-es un placer hacer negocios con usted, no creo que haya necesidad de contar el dinero, confío en que es la cantidad correcta-.

-Lo es, con un pequeño extra por los favores recibidos-.

-Entonces, temo que debo agradecer; bueno, si me disculpa tengo otro trabajo que hacer, hasta luego señorita Crista-.

-Hasta la próxima Rubeus, seguimos en contacto-.

-Claro-, con esto él se marchó del lugar y Haruka abrió el sobre con la información pedida, al hacerlo vió la de Diamante y arrugó el entrecejo a la vez que lanzaba al aire palabras de odio:-No permitiré que dañes a Serena maldito-.

Cerró el expediente y se marchó de ahí vigilando que nadie la viese salir de aquel lugar y emprendiendo la partida hacía su casa, no sin antes entrar en un cibercafé y sacar una copia a toda la información sobre Diamante.

.................................

Mientras tanto, Taiki se encontraba solo en casa, Seiya estaba en una entrevista y Yaten estaba presentándose en un concurso.

Llamaron a la puerta y él abrió pues esperaba aquella visita, frente a él estaba un investigador privado de alta categoría cuyo nombre era Rubeus, aquel que casualmente era el mismo que el de Haruka.

-Pasa, ¿Nadie te siguió?, ¿Nadie te vió venir hacia acá?-.

-No, fui lo más discreto posible-.

-Excelente, qué tienes para mí-.

-Señor recuerda que la última pista me llevó a un callejón sin salida-.

Taiki asintió haciendo que su semblante se entristeciera un poco, pero se dió valor y lo instó a seguir hablando.

-Bien, mi contacto en Taiwán encontró pistas, no se si se traté realmente de ella, pero, hay muchas posibilidades; la descripción coincide enormemente y.., a eso venía yo, volaré la próxima semana en un vuelo comercial, tengo asuntos pendientes aquí pero mis contactos se encargarán de eso, no puedo ir antes pues tengo un trabajo que llevó siguiendo mucho tiempo, "si usted me entiende", pero si las pistas son correctas todo valdrá la pena, en Mongolia no pude encontrarla pero estoy más positivo en Taiwán, solo le pido ser paciente, es difícil encontrar a una persona después de tanto tiempo, más aún, si su aspecto ha cambiado, si esa persona no quiere ser hallada o en su defecto, alguien no quiera que la hallen, solo pido su autorización para hacerlo-.

-La tienes, solo se discreto, no quiero que nadie se entere de esto, ni siquiera mis hermanos-.

-Confíe en mí, soy un profesional-.

-Eso no lo dudo, de todos los investigadores con los que he tratado usted ha sido el único que me ha traído resultados y aunque, lo de Mongolia fue un paso en falso, la mujer se parecía mucho a mi hermana, confío en que con usted encontraré lo que busco, si necesita dinero para el viaje déjeme ponerlo a su disposición-.

-No es necesario, eso lo tengo cubierto, ya en la próxima tarifa hablaremos de eso como la vez pasada-.

-Entiendo, cualquier cosa dejémelo saber, el dinero no es problema, solo pido absoluta discreción, no quiero tener ni un solo error-.

-La hallaré..., aunque...-.

-¿Aunque qué?-.

-No, descuide no es nada, estaremos en contacto; tomé-, extendió un sobre y después prosiguió:-es la información obtenida, si me disculpa, debo contactar a Taiwán para saber más del asunto antes de irme, cualquier duda, hágamela saber-.

-De acuerdo, gracias, estaré esperando sus resultados, tomé su pago-, con esto Taiki le extendió un fajo de billetes  a aquel hombre y éste agradeció, ambos se despidieron y Rubeus salió de ahí tan discreto como le fue posible ya que nadie debía asociarlo a Three Lights y de eso él se encargaría.

Taiki a su vez se tiró en el sofá y leyó el contenido del sobre, sonriendo un poco, sus esperanzas volvían, aunque..., él no quería hacerse ilusiones, pero era demasiado tarde, ya las tenía, contempló una foto y después guardo aquella información en un lugar al cual solo él tenía acceso, suspirando y pensado en su hermana, esperando poder encontrarla...

Bombón, ella y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora