Bombón, ella y yo

46°

Mina y Rei ya se habían marchado a su trabajo, por lo tanto, Serena se encontraba sola en el hospital, pero, no por tanto tiempo, pues acatando la indicación de no salir de éste, había entrado a ver a Seiya quien se alegró mucho por su presencia y, aunque solo faltaba un día para salir ya estaba muy impaciente.

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Amy había llegado a su trabajo a tiempo pero antes de eso había visitado su departamento para ver a su hermano, ya que Steven entraba antes al hospital y se había adelantado.

Había hablado con su hermano y habían terminado de hacer las paces, Richard estaba más tranquilo pues la vió con un brillo diferente, era como si toda su preocupación se hubiese esfumado y la sonrisa hubiese vuelto a ella, juró no volver a fumar y tampoco tener ninguna adicción a la vez que le aseguraba que él estaba bien y que solo se preocupase por ella, a lo cual Amy sonrió y agradeció, despidiéndose de él.

Buscó su celular pero no lo encontró temiendo haberlo perdido en la calle o en la casa de Steven, sin embargo, no le tomó mucha importancia y siguió en su labor ignorando el hecho del nacimiento de la hija de Lita.

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Taiki se encontraba con Yaten, éste no había pronunciado ninguna palabra desde que había llegado, el castaño le había pedido perdón e incluso le había explicado la situación pero Yaten permanecía mudo; saber la verdad había sido duro, si bien, sabía que había una razón de peso para su ausencia aún así le dolía y mucho, su corazón no podía perdonarlo sin más, estaba muy herido.

Fue tanto el silencio que lo término por desesperar, tratando de sacarle alguna palabra y volviendo a pedir perdón, pero, el peliplata solo pronunció:-vete-.

Taiki quedó congelado ante sus palabras y las lágrimas no dejaron de brotar, iba a hablar pero Yaten se adelantó:-vete, ahora no quiero verte, sé que mi hermana no tiene la culpa o mi sobrina, tal vez incluso tú no tienes la culpa, pero, creí que moriría, te necesitaba conmigo y no estuviste, arregla lo que puedas y cuando salga del hospital vuelve a hablar conmigo, ahorita diré cosas que no quiero, así que por favor solo vete Taiki, no te quiero ver-.

-Pero..-.

-Por favor vete, largo de mi vista, ¡aún no estoy listo!, vete y arregla todo en silencio como siempre, nunca nos has pedido ayuda ni apoyo así que ahora no lo necesitas, ¡¡¡Vete!!!-.

Taiki sabía que no lograría nada con Yaten en ese estado así que se fue, iba a ir a ver a Seiya pero el formulario de visita estaba lleno por Serena, por lo cual, cabizbajo se dirigió a la salida, encontrándose con Amy en el camino; ella agachó la cabeza al verlo y lo ignoró, no quería hablar con él y no tenía tiempo ya que tenía que seguir trabajando.

Taiki quería hablar pero de nuevo las palabras se quedaron atascadas en su garganta, viéndola marchar, así que salió de ahí directo a ver a Rubeus; tenía que prepararse ya que ese día sería el primer juicio para luchar por tener con ellos a su sobrina y debía estar preparado para todo y pensar claro, pues cualquier error y jamás volverían a verla...

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-Eso es todo bombón, yo...-, Seiya calló cuando vió a Serena llorar, le había contado todo lo que Taiki le había dicho y le había planteado la posibilidad de adoptar a su sobrina, aunque, para eso tenían que casarse y tener un hogar estable.

-Lo siento, creo que no debí decirte esto, yo...-.

Serena negó:-Seiya, ¿es enserio lo que me dices?, ¿podremos ser... una familia?-.

-Bombón...-, Seiya se acercó lo más posible y tanteando el terreno comenzó a acercarse más para abrazarla:-no llores querida, si tú no estás lista no te presionaré, pero, esta puede ser una oportunidad para nosotros, mi hermana no puede darle lo que necesita a la niña y mis hermanos no creo que sean muy aptos para ello, yo te amo y respetaré cualquier decisión que tomes, si no es posible ya veré que hacer, por favor no te mortifiques y si no quieres, no lo haremos, solo quiero que estés bien cariño-.

Ella correspondió su abrazo tratando de estar tranquila, aún le afectaba, pero trataba de seguir las indicaciones de Neflyte para que no le afectase tanto, se acurrucó y dijo:-yo, no sé Seiya, me encantaría, pero..., ¿si yo aún no estoy lista para ser madre?, lo deseo tanto, pero por todo lo que hemos pasado no sé si justo ahora sea el momento, y..., si tu hermana recupera la razón y la quiere devuelta, yo no podría cargar con eso, yo..., no podría, me quiero casar contigo pero justo ahora ya de nada estoy segura, tengo mucho miedo, me asusta tanto, sé que soy una llorona y...-.

Seiya la apretó más fuerte hacía él, llorando y temiendo que ella cayese en crisis, así que suavemente le susurró en su oído:-no temas bombón, yo estoy aquí, siempre estaré para ti, no llores mi dulce princesa que yo te cuidaré, todo saldrá bien, cualquier cosa que elijas yo lo acataré, tus deseos son órdenes para mí, no llores mi dulce bombón-.

-Casémonos y démosle un hogar a tu sobrina; te imaginas..., tu y yo siendo padres, yo...-.

-Calma bombón, calma, todo estará bien, ¿estás segura?-.

Ella se separó un poco y, aunque lo dudó, tomó el rostro de él y lo beso suavemente, tenía mucho miedo pero quería encontrar fervorosamente una señal para poder seguir y, ahí estaba justo enfrente, sus plegarias habían sido escuchadas, ella podría ser normal, podría tener una familia, podría tener algo por lo cual seguir luchando y retomar su vida, podría tener algo que la uniese a Seiya aún más, tal vez cosas malas la asechasen pero sabía que podrían contra eso y más, pues estaba totalmente segura de que su amor podía vencer cualquier dificultad, lo sabía al ver los ojos de su estrella fugaz, lo sabía porque se amaban de verdad...

El beso duró poco, pero significó tanto, ambos se miraron mutuamente y entre sí secaron sus lágrimas sonriendo tenuemente, mientras el silencio reinaba en la habitación....