Bombón, ella y yo

48°

La noticia causó revuelo rápidamente, tanto así que eventualmente fue asediada por los medios día y noche, aunque, no solo ella si no también a su manager y a su novia, aunque a ésta última aquello le beneficiaba y no molestaba pues era una buena forma de llamar la atención y promocionar su nuevo disco, a la vez que Haruka contactaba a Serena y a las demás explicando su situación, por lo cual, Serena se quedaría en casa de Mina por un tiempo hasta calmarse aquel asunto y ella estaría un tiempo lejos de ellas, Neflyte  y Tora por la misma razón.

Por otra parte, las chicas habían decidido que Serena usara un disfraz por si las dudas, cosa en la que ella no estuvo de acuerdo pero que Mina y Rei disfrutaron en demasía; nadie debía reconocerla y de eso ellas se encargarían.

Amy ya había visitado a Lita y las cosas con Steven iban muy bien pero no se podía decir lo mismo con Taiki, ella y el Alfa habían hablado mucho y después de una declaración aún más impactante que la primera, Steven le pidió ser su novia, ella había dudado pero finalmente le dió un sí ya que parecía que Taiki jamás haría nada para pasar de amigos e incluso dudaba que su amistad pudiese ser restaurada, ya que para ella el castaño no hacía nada para tratar de recuperarla.

Seiya en cuanto salió del hospital empezó a hablar con Taiki sobre la situación y los asuntos legales y económicos poniendo todo de su parte para ayudar, había hablado con Serena también y por teléfono con Haruka ya que estaba al tanto de la situación, agradeciendo a ésta por mantener a su bombón lo más alejada del asunto posible.

El juicio había sido duro y ahora Chibi Chibi se encontraba en servicios sociales, habían logrado que no la diesen en adopción, pero, hasta no demostrar que tenían un hogar digno para la niña ella estaría en jurisdicción de los servicios sociales de Tokio, sin embargo, el tiempo corría y ya que la madre era en todos los aspectos incapaz de cuidar a un infante era imposible que ella pudiese tener la custodia, por otra parte, aunque habían establecido los lazos familiares con Japón la niña seguía siendo de nacionalidad ajena y pese que habían buscado por todos los medios que ella cambiara su nacionalidad, simplemente no se había podido hacer, Akane estaba frustrada por eso ya que había indagado y había hecho todo a su alcance para lograrlo pero ciertos percances habían logrado que no fuese posible y, si no lograban retenerla en Japón sería enviada a Taiwán para tratar su caso con las leyes locales.

Todos estos sucesos habían pasado en un mes y Lita ya estaba más o menos al tanto de todo, ya que debido a su reciente maternidad no querían abrumarla con detalles y cosas innecesarias.

Tora por su parte se había  distanciado de Serena, Haruka y Setsuna por petición de las mayores al estar al tanto de la situación, evento que le hizo darse cuenta que se había enamorado y que quería por fin formar una familia, siempre había sido un casanova y nunca había formado lazos fuertes con nadie en realidad, hasta que Haruka había llegado a su vida y la había puesto de cabeza, llenando aquel vacío que siempre sintió desde su partida, aquel que pese a tener una bella familia nunca había podido llenar y, al tener a sus dos hermanas con él finalmente se sentía completo, además, ya quería a Hotaru y quería que tanto ella como Setsuna fuesen parte de su vida, así que, aunque era algo loco ya había tomado su decisión y en cuanto todo el circo en el que estaba involucrada su hermana se calmase, él le pediría matrimonio a la peliverde, no tenía que pensarlo mucho, quería una familia y en ésta no podía imaginar a nadie más que a ella junto a la pequeña Hotaru.

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La búsqueda de empleo en la industria musical en ese momento no era fructífera; ya que nunca se aclaró el vínculo de los Kou con el clan Black Moon el mundo fue libre de especular sobre ello y debido a la mala fama y la falta de información sobre el asunto nadie en su sano juicio sería capaz de contratarlos, al menos, no por ahora hasta que aquello fuese olvidado y sepultado.

Seiya era consciente de que eso pasaría, pero debía crear un ambiente estable para su familia, tenía una casa que había comprado con anterioridad pero no era suficiente, así que no le importó humillarse y rogar por un empleo en la industria, no obstante, se le negó, nadie quería tener a Three Lights o a alguno de ellos en su empresa, así que con la poca  dignidad que le quedaba se marchó y terminó por perderla completamente frente a su cuñada.

Se habían citado en un sitio muy privado y Seiya le pidió empleo, podía pedir en otros sitios o incluso volver a cantar en las calles, pero, si quería lo mejor para su futura esposa y su sobrina debía hacer lo mejor por ellas y su mejor opción era la Tenho, pues al menos ella no preguntaría lo del caso de Diamante y no lo apuntaría con el dedo por haberse visto involucrado en el escándalo.

Observó su currículo, escuchó detenidamente lo que tenía que decir y finalmente le dió una mirada fría y cruda, Seiya se iba a arrodillar dejando de lado cualquier pizca de orgullo que quedase rezagada en su pecho, pero Haruka se lo impidió.

Ella le sonrió y le extendió la mano, Seiya tardó unos segundos en responder pues no podía creer lo que veía, ella lo contrataría, extendió su mano dibujando una sonrisa de oreja a oreja pero Haruka sonrió e inesperadamente lo abrazo, dejando al hombre helado, no sabiendo si corresponderle o no.

Al separarse, la rubia le explicó sobre lo que consistiría su trabajo en base a sus estudios y experiencias, Seiya solo asintió ante ello; tal vez no era mucho, pero era un inició, el inició de su nueva vida.

Después de todo eso, Seiya se despidió esperanzado, aquello era el primer paso para lograr la vida que siempre soñó, el primer paso para su nueva vida, el siguiente sería su boda con Serena, algo de lo que también había tratado con la Tenho, la fecha ya estaba fijada, se casarían legalmente y, aunque no era la boda que él habría deseado para su bombón, sabían que debían apresurar las cosas por Chibi Chibi y Serena aún no estaba totalmente lista para casarse formalmente como ella deseaba, por lo que para casarse conforme a su religión esperarían un poco más, en cuanto ella se sintiera más cómoda y él lograse la tan ansiada estabilidad.