La antigua Arcade.

502 52 2
                                        


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las vacaciones de verano continuaban... A pesar de la ausencia de Yuzu, la falta de actividades que le interesaran, entre otras cosas, Harumi se negó a aceptar la oferta de Mitsuko de acompañarla a pasar el verano con algunos parientes. Así fuera por apenas unos días que pudiese pasar con su amiga, soportaría el resto de las semanas de aburrimiento.

  ̶  Bien, si estaré libre de Mitsuko lo aprovecharé   ̶  abrió un cajón y sacó una moneda que decía "chispas" adornada con estrellas, luego de su escritorio tomó otra que estaba en una pequeña base, la cual tenía el grabado de una especie de auto de carreras de 8 bits    ̶  las de la suerte  ̶  dijo estrujándolas en su mano para después guardarlas en su cartera.


Al salir, estaba por encaminarse rumbo a los videojuegos donde acostumbra ir con Yuzu, pero repentinamente cambio de opinión y terminó yendo hacía el sentido contrario de la acera por la cual caminaba. Se encontraba casi en lugar al que se dirigía, sólo faltaba cruzar una calle, cuando;   ̶  hola senpai   ̶  decía alguien mientras la abrazaba por la cintura.

  ̶  Wooh, ¿quién te crees que...?    ̶  la castaña dio un salto, apartando a quien la sorprendió de un empujón   ̶  ... ah eres tu Matsuri    ̶  acto seguido le soltó un coscorrón.

  ̶  ¡Oye!, ¿por qué tanta agresividad?, sólo te saludaba   ̶  decía mientras sobaba su cabeza.

Sonrojada y cruzada de brazos Harumi le respondió;   ̶  Te lo mereces, no vuelvas a tomar esas confiancitas conmigo.

  ̶  Pero es tu culpa por ser tan alta, quería cubrirte los ojos pero me pareció más fácil hacer eso.

  ̶  Da igual, ¿qué haces aquí?

  ̶  Pues ya que nunca aceptas salir conmigo decidí visitar los lugares que acostumbras con Yuzu.

  ̶  Pero nunca vengo por aquí con ella, esto es demasiado lejos de su departamento por eso nunca la traigo, ni siquiera cuando va a mi casa    ̶  mencionó acercándose a Matsuri, con una mirada amenazadora que demandaba una explicación.

Nerviosa al tener a Haru tan cerca    ̶  verás, yo...

  ̶  Ah, ya olvídalo    ̶  suspiró resignándose   ̶  bueno si quieres acompáñame   ̶  dijo indiferente atravesando así la calle, seguida por la pelirosa.


Una vez en la otra acera...

  ̶  ¡Pero si es la pequeña Haru!, hace tanto que no pasabas a visitarnos, pero mira cuanto has crecido, cada vez luces más como esa hermana que siempre te sacaba de aquí gritando  ̶  exclamaba emocionado un hombre con barba, quien claramente era extranjero.

  ̶  No diga eso Sensei, mi peor pesadilla es volverme como ella.

  ̶  Haha, veo que no has cambiado.

  ̶  Tal vez, Sensei, ¿me podría dar este dinero en fichas?

  ̶  Por supuesto aquí tienes, junto con algunas más para que veas cuanto te extrañamos, diviértanse.

  ̶  Muchas gracias.

Matsuri no dijo nada hasta que entraron al local.  ̶  Oye, ¿por qué le dices a ese sujeto "Sensei"?

Harumi estaba algo distraída decidiendo que quería jugar,   ̶  ¿eh?, pues no es que te incumba. Pero en su país él solía ser profesor, y cuando me obligaron a entrar a la academia Aihara me ayudo un poco, decía que no quería perder a una cliente frecuente por sus malas calificaciones.

  ̶  ¿Enserio pero cómo es que...?    ̶  Harumi no la dejo terminar su pregunta diciéndole que ella quería jugar no platicar, luego la tomó del brazo llevándola frente a una maquina arrinconada al fondo del local.

  ̶  Bien aquí sigues...    ̶  susurró acariciando el tablero,   ̶  está apagada, veamos, veamos   ̶  decía agachándose a buscar el enchufe, lo cual no pasó desapercibido para Matsuri quien ladeó un poco la cabeza para ver mejor.

Después de conectarla y hacerla encender, Harumi gritó de alegría y tomó su sitio frente a los botones y palanca del jugador uno   ̶  ¿qué?, ¿no piensas jugar conmigo?, o sólo te quedaras ahí parada viéndome.

El demonio rosa tardó en reaccionar, pero finalmente se colocó a su lado.   ̶  ¿Qué juego es?

   ̶  Es una multijuegos de peleas, comencemos con este.

Matsuri no tenía idea que su senpai fuera tan buena en esos viejos juegos, ella ya había usado 15 finchas mientras que Haru seguía con la primera.

La máquina además de sonar un poco más fuerte que las otras, producía un zumbido algo peculiar lo que hizo voltear a algunos chicos del lugar, aunque uno se impresionó más que los demás,    ̶  ¡pero que veo, si es Harumin!  ̶  gritó y corrió a donde ella estaba.

Harumi volteo al reconocer la voz, lo que Matsuri aprovecho para ganarle.

  ̶  Jaja, lo siento Harumin te hice perder    ̶  decía el chico rascándose la cabeza...

BETWEEN LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora