Táctica rosa.

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  ̶  Matsuri, podrías explicar... ¿qué carajo tiene que hacer ella aquí?   ̶  preguntaba Yuzu molesta.

Antes de que nadie pudiese decir otra cosa, Kumi se acercó y dejó una hoja en la mesa.

  ̶  Estoy aquí por esto, creí que Harumi la había dejado en mi casillero, pero por la sorpresa en su rostro es obvio que no fue así.

Haru comenzó a revisar la nota...

  ̶  Matsuri, ¿falsificaste mi letra? Y, ¿en qué momento fuiste a nuestra escuela?

  ̶  Lo siento Taniguchi-senpai pero debía asegurarme que esa cara de tarada viniera.

  ̶  ¿A quién llamas cara de tarada? maldita enana de...

Yuzu empujó a Kumi antes de que pudiera terminar su frase.

  ̶  Más te vale que cuides tu lengua o...

Kumi derribaba a Yuzu para golpearla contra el suelo. Aunque la rubia consiguió apartarla con las piernas, la pelirroja estuvo por arremeter de nuevo en su contra. O así hubiera sido de no ser porque Harumi la detuvo.

Yuzu también tuvo que ser contenida por Mei y entonces, Matsuri decidió que lo mejor era explicar para que las había citado... antes de que ese par continuase enfrentándose a golpes.

  ̶  Es suficiente contrólense las dos, estamos aquí para que nos digan que hacían el lunes por la tarde en el centro comercial.

La furia en los rostros de Kumi y Yuzu fue reemplazada por una clara angustia, volteando a verse entre sí y luego escudriñando la mirada de Matsuri. Pues creían imposible que ella lo supiera.

  ̶  Matsu, no sé de qué hablas    ̶  decía Yuzu tratando de disimular.

  ̶  Sí lo sabes. Y creo que es mejor sean ustedes quienes les digan a Mei y Haru con quien discutían ese día.

  ̶  Matsuri no lo entiendes, ellas no pueden saberlo, es peligroso.    ̶  Yuzu Intentaba disuadir a su amiga.

  ̶  ¿Eso es cierto?    ̶  preguntaba Matsuri viendo en dirección de la pelirroja.

  ̶  Sí, la única razón que tenemos para haberlo mantenido en secreto es cuidar de ellas. Pero al parecer no tienes planeado mantener la boca cerrada así te lo supliquemos de rodillas, simplemente dilo ya.

Yuzu sintió un vuelco en el estómago al ver en los ojos de Matsuri que Kumi tenía razón, no habría forma de impedir que ella hablara.

  ̶  Bien, entonces díganos, ¿desde cuándo han estado viendo a la miserable basura humana que es Ichigo? ¿Y qué es lo que se traen entre manos?

  ̶  ¡¿Ichigo?!    ̶  exclamaron Haru y Mei al unísono, volteando a ver atónitas a quienes tan sólo un segundo antes intentaban contener.

  ̶  ¿Cómo es posible que nos ocultaras algo así? ¿Has perdido la razón?   ̶  Cuestionaba Haru a Yuzu y, dirigiendo luego la mirada en dirección a Kumi    ̶  ¿De qué forma es que tú estás involucrada en todo esto?

Yuzu y Kumi permanecían calladas, sopesando las consecuencias de que sus secretos estuvieran siendo revelados.

  ̶  Será mejor que nos digan todo ahora mismo ̶ exigía Mei mirando a la rubia con decepción.

  ̶  No, es más conveniente sino se enteran de los detalles, de otra forma todo podría resultar muy mal   ̶  le respondía Yuzu.

  ̶  ¿Podría resultar mal? Yuzu, Ichigo ya ha intentado matarte dos veces. Y hasta ahora nos estamos enterando que sabes dónde está e inclusive no conforme con eso has hablado con ella. ¿De qué jodida manera crees que podría permanecer tranquila sabiendo eso?

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