̶ Mei pero tu abuelo aún tardará en volver y tu padre se quedará en el departamento, no quiero que estés sola.
̶ Himeko, quedamos en que al yo estar mejor regresarías a tu casa, estos días ha sido muy grato tenerte cerca. Pero debo acostumbrarme, para que cuando mi abuelo regrese, el tiempo que deba pasar aquí antes de casarme no sea tan duro.
̶ Tal vez tu padre consiga una solución y...
̶ No quiero pensar mucho en eso, mira que te parece si los fines de semana vienes y nos ayudamos con nuestros proyectos para el taller.
̶ Es un trato.
Mei de verdad quería comenzar esa semana con la mejor actitud. Así que siendo lunes por la mañana en lugar de al llegar a la academia hundirse en trabajo de papeleo, estuvo en el patio con las demás chicas del consejo, todo iba de maravilla. Hasta que observo la escena donde Harumi dejaba a Yuzu para correr tras Matsuri, con toda su atención en como las manos de Yuzu sostenían y acariciaban la de Harumi antes de separarse de su lado.
Desencadenada la furia de Mei, comenzó a regañar y castigar, a diestra y siniestra ante cualquier pequeña infracción que observaba era cometida por una alumna.
El enojo de Mei crecería enterándose por la asistente de su abuelo, que su padre no llegaría sino hasta dentro medio mes más.
Para desahogar sus frustraciones optó por quedarse en la academia durante esos días. El martes al salir, aprendería que no debería pasar cerca de los clubes luego de que cerraran. Detrás del solón de arte se encontraba Harumi, siendo arrinconada contra la pared por Yuzu. Quien usaba una de sus manos para sostener la pierna izquierda de la castaña y la otra para entrar bajo su falda, haciéndola gemir de placer.
Eso no fue todo, incluso alcanzó a escuchar parte de su conversación;
̶ Yuzucchi eres la mejor ̶ comenzando a gemir más fuerte.
̶ Lo que sucede es que tú me inspiras demasiado.
̶ De verdad... ¿qué tanto?
̶ Tanto como para hacer de cada sonido que emite tu garganta una obra de arte ̶ intensificando sus embestidas, para conseguir que los alaridos de la castaña aumentaran.
Como presidenta del consejo era obvio que tenía el poder para detenerlo. Pero no soportaba la idea de ver o escuchar algo de eso un segundo más, así que salió corriendo casi hasta que llegó a la mansión de su abuelo. En donde sin pasar de la entrada se derrumbó desolada.
Mei seguía en contacto con su madre, así que conocía que días y en que horario Ume permanecía en su trabajo. El jueves aprovechándose de esto, salió temprano de la escuela, sabía también que Yuzu estaría en su taller, después en el club y luego...
Pero lo importante es que quería averiguar que había sido de lo que le había obsequiado a su rubia por su cumpleaños. Desde que entró al departamento comenzó a buscar entre los muebles y repisas esperando estuviera a la vista. Al no encontrarlo fue a su antigua habitación, pero tampoco estaba ahí. Resignada se sentó en el suelo, cruzando un pensamiento su mente, se asomó baja la cama, encontrando la caja que al menos estaba destapada. Efectivamente el contenido permanecía en su interior.
El dolor en su alma era cada vez más fuerte, pensando en que no podría sentirse peor. Regresaba la caja a su sitio notando que un brasier estaba atorado en ella, al zafarlo era obvio que no le pertenecía a su rubia.

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BETWEEN LOVE
FanfictionAlgo agitada, con la mente nublada, ella se preguntaba; « ¿Cuándo comenzó todo?, ¿qué demonios me pasa?, ¿cómo es que...? ». Unas manos más hábiles de lo que esperaba la hacían respirar con mayor premura, sacándola de su monólogo interno. Sin log...