Itinerario.

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Al fin, era el último día de sus clases extra. Shirapon la invitaba a su casa a comer  ̶  vamos Yuzupon, deberíamos celebrar, ¿no es lo que tu dirías?  ̶  observando detenidamente como siempre.

  ̶  jajaja tienes razón.

La tarde transcurrió rápido, uno de los choferes de Shirapon dejó a Yuzu en su casa.


Al entrar parecía que no había nadie, hasta que se dirigió a su cuarto   ̶  ¡Mei estás aquí!, creí que estaba sola   ̶  dejándose caer en la cama.

Pero Mei no le respondió parecía estar ocupada escribiendo.

Yuzu se molestó un poco   ̶  ¡hey, que no piensas saludarme como se debe!  ̶  aventando una almohada cerca de ella.

  ̶  Por favor no me perturbes ahora, en la cocina hay comida que dejo mamá hace un rato, si es que tienes hambre   ̶  sin siquiera voltear continua en lo suyo.

  ̶  Ni hablar, iré a ducharme.

Al volver, Mei ya no estaba en la habitación, pero había dejado una nota pegada a la silla   ̶  "voy a comprar algunas cosas, vuelvo pronto".

Cuando Mei regresó, su hermana ya se había dormido    ̶  te ves tan tierna, ya quiero que sea mañana   ̶  sube a la cama y se abraza a su rubia.


3:45 a.m.

Entre la oscuridad se ve el destello de unos ojos violetas al abrirse, Mei revisa el reloj saliendo de la cama, se dirige a cepillar sus dientes y tomar un baño, al terminar eran justo las cuatro de la madrugada.

  ̶  Yuzu levántate   ̶  moviéndola un poco, pero no reaccionaba.

Se coloca encima de ella y le susurra   ̶  despierta Yuzu te espera un gran día.

Lo que no esperaba es que Yuzu la abrasaría   ̶  ssh Kumagoro, vas a despertar a Mei.

Con el rostro entre los pechos de la mayor    ̶  esto va a ser difícil   ̶  consigue zafarse del agarre que la tenía apresada   ̶  bien tú lo pediste    ̶  se dirige a la cocina.

De vuelta en el cuarto vuelve a subir a la cama pero esta vez detiene sus brazos para evitar imprevistos. Comienza a besarla, lame su cuello, mordisquea un poco su clavícula y aunque Yuzu medianamente reacciona sigue dormida.

Mei levanta un poco la playera de su hermana acariciando para comenzar a bajar cada vez más su mano   ̶  ah sí, Mei sigue   ̶  decía Yuzu entre sueños.

Pero en lugar de meter más su mano entre su ropa, sólo la alza lo suficiente para vaciar rápidamente la bolsa que trajo de la cocina, haciéndose a un lado enseguida.

  ̶  ¡Ah!, ¡waaa!, ¡qué carajo!, ¡su...!, ¡frio, frio!, ¡que sucede!, ¡esto quema!   ̶  Yuzu intentaba desesperadamente sacar los hielos que estaban atrapados en su ropa.

  ̶  ¡¿Mei tu hiciste esto?!

  ̶  No, tal vez fue Kumagoro que quería despertarnos, pero ya que estás de pie, ve a bañarte este día eres mía   ̶  sin siquiera inmutarse.

  ̶  "en que me he metido", está bien Mei.

Una vez que Yuzu sale, Mei deja escapar una leve risa  ̶ "aprovecharemos este día al máximo ya verás"


5:30 a.m.

  ̶    No puedo creer que te tome tanto tiempo estar lista  ̶  frustrada.

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