BETWEEN LOVE

Sin clemencia.

La escuela era sacudida luego de un gran estruendo, la mayoría había conseguido salir a salvo, pero a pesar del peligro que podría implicar las presidentas del consejo estudiantil se alejaron en dirección contraria.

Frente al edificio, justo antes de entrar, Harumi alcanzó a escuchar un ruido en la parte posterior así que...

—Mei tú ve adentro, yo iré a revisar que fue eso.

—De acuerdo, pero si te encuentras con Ichigo no te intentes hacerte la héroe.

—Tú también ten cuidado.

Harumi buscaba por todas partes hasta que...

— Agh carajo...  —intentando subir a una barda, Ichigo se veía un poco imposibilitada por su brazo roto y tobillo dislocado.

—Maldita perra, no escaparás esta vez.

Al verse acorralada uso toda su fuerza y sin pensar mucho en sus lesiones logró subirse a la barda, pero Haru ya la tenía pescada de un pie, por lo que enseguida uso la navaja que traía consiguiendo herirla para que la soltara. Dejándose caer hacia el otro lado se levantó y comenzó a huir.

Con todo y el dolor punzante provocado por la navaja incrustada en su brazo, la castaña trepó esa pared con la agilidad de un felino. Estando por lanzarse sobre aquella causante de tanta destrucción, el grito de Mei llamándola la obligó a tener que abstenerse de conseguir su captura.

—¡Harumi la encontré!... ¡Taniguchi, ¿dónde carajo estás?!  —fue lo que Haru oyó mientras llevaba una carrera desesperada hacia adentro del edificio.

24 horas antes...

— ¿No te parece quieres aprovecharte por estar a menos de un día?

—Aunque así lo sea, ustedes tienen más que perder.

—Bien podríamos hacerte desaparecer ahora mismo.

—En ese caso nadie se encargara de evitar que todas nuestras charlas se hagan públicas.

—Como hiciste para...

—Soy un prodigio, ¿lo olvidan?

—Bien, nos aseguraremos que la familia Yarashi reciba el mismo monto que tú, nunca sabrán de donde proviene y agregaremos un millón a lo acordado.

—En ese caso, tenemos un trato.

—No olvides que quiero ver sufrir a esas dos familias tanto como tú, pero si alguien se entera que yo te ayudé...

—Descuide, sólo cumpla con pagar y deje el resto en mí.

Ichigo se dirigió enseguida a otra reunión que tenía pendiente, y se podía considerar era más importante que la primera, debido a que de esta dependía el éxito de su plan. Después de todo el dinero no le importaba, al menos no el que ella recibiría.

En un café poco concurrido, la esperaban dos de sus excompañeras en la academia Aihara. A primera instancia no la reconocieron, pues llevaba puesta una peluca además de que su atuendo no era ni de cerca​ lo que acostumbraba a usar.

Asombrada se levantaba a acomodar la silla de quién llegaba a la mesa  — No puedo creer que seas tú, te ves mucho mejor de lo que esperaba.

— ¿Me esperabas totalmente arruinada?, deberías saber que no es mi estilo.