̶ Himeko, deberías ir a tu casa, tus padres no acostumbran que estés tanto fuera, no quiero meterte en problemas.
̶ No te preocupes Mei-Mei, tampoco es que estén muy acostumbrados a notar si estoy ahí o no, Dekiru hizo el favor de traerme algo de ropa, además no pienso dejarte sola, el amigo del gerente dijo que necesitabas estar en reposo.
̶ No necesito ayuda para quedarme quieta en mi cama.
̶ Pero debes comer e ir al baño, tu misma dijiste hace una hora que cuando intentaste levantarte sentías como si tus entrañas fueran a salir de tu cuerpo.
̶ Ya me tomé las pastillas que me recetaron, ahora no se siente tan mal.
̶ ¿Y cómo conseguirás más agua? ̶ señalaba la jarra vacía en su escritorio ̶ en algunas horas tendrás que tomar las pastillas de nuevo, en tu estado sería un suicidio querer bajar esas enormes escaleras.
Derrotada y algo fastidiada ̶ de acuerdo, deja de regañarme ̶ intentando estirarse para tomar el libro en su mesita de noche.
̶ Ah, de verdad no sé qué voy a hacer contigo ̶ tomando el libro ̶ recórrete un poco ̶ sentándose a lado de su amiga ̶ ¿En dónde te quedaste?
Haciendo lugar en la cama para Himeko y luego recargando la cabeza en su hombro ̶ comenzaba la cuarta parte, página 122, segundo párrafo.
̶ De acuerdo ̶ buscando la página ̶ aquí está: "Si alguna vez existió un enemigo de su propia especie ese fue Colmillo Blanco. No pedía ni daba cuartel. Continuamente era desfigurado y herido por los dientes de la jauría y, con la misma constancia, él dejaba la marca de los suyos sobre la jauría. Al contrario que la mayoría de los lideres, quienes, cuando se acampaba y se desenganchaba a los perros, corrían a acurrucarse cerca de sus dioses en busca de protección, Colmillo Blanco se desdeñaba de aquella protección...".[1]
Himeko continuó leyendo hasta terminar el libro. Ambas se quedaron pensando un rato. Himeko soltaba el libro para rodear con sus brazos a Mei, quien ahora estaba recostada en su regazo.
̶ Dime algo Mei-Mei, ¿sigues leyendo los mangas que te enseñaba Yuzu?
̶ Hace algunas semanas que no lo hago, ¿por qué?
̶ Bueno este libro es el favorito de Ren, y lo mencionan en casi toda la historia de "Super Lovers".
Quedándose callada un momento ̶ ... a veces pienso que no debí hablarte sobre qué cosas me hacía leer Yuzu, parece que te afectó más a ti que a mí.
̶ ¡Claro que no!, sólo se me hizo algo curioso ̶ con el rostro ardiendo.
Ambas se quedaron dormidas. La noche del viernes Mei se había despertado debido a varios sueños inquietantes que había tenido, como no conseguía dormir de nuevo, ni por el efecto de los medicamentos, habían sobrellevado toda la noche hablando hasta la mañana siguiente, pasando por este momento donde conseguían descansar, siendo casi la una de la tarde.
Cerca de las siete de la noche, fue la de cabello rizado quien despertó primero, aún tenía a Mei dormida sobre ella ̶ ah Mei-Mei, no sabes cómo quisiera tener la respuesta a todos tus problemas para que siempre puedas estar tan pacifica como ahora ̶ le dio un beso en la frente, colocando una almohada en su lugar para que no fuera a despertarse.
Si esto hubiera sucedido unos meses atrás, Himeko estaría en serios apuros al intentar cocinar para Mei, durante el verano mientras Yuzu pasaba el tiempo en la escuela con la alta y sexi Shirapon, Mei se encontraba con su amiga para charlar, además de querer practicar las habilidades culinarias que su rubia le había enseñado. Por lo que le pedía a Himeko le hiciera compañía para no sentirse tan torpe, también en caso de un incendio le parecía lo más sensato que hubieran dos presentes para apagarlo... no es que lo estuviese esperando, pero era mejor tenerlo en cuenta.

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BETWEEN LOVE
Fiksi PenggemarAlgo agitada, con la mente nublada, ella se preguntaba; « ¿Cuándo comenzó todo?, ¿qué demonios me pasa?, ¿cómo es que...? ». Unas manos más hábiles de lo que esperaba la hacían respirar con mayor premura, sacándola de su monólogo interno. Sin log...