Algo agitada, con la mente nublada, ella se preguntaba; « ¿Cuándo comenzó todo?, ¿qué demonios me pasa?, ¿cómo es que...? ».
Unas manos más hábiles de lo que esperaba la hacían respirar con mayor premura, sacándola de su monólogo interno. Sin log...
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Keane se encontraba en la entrada del local al momento que ve como se estaciona una motociclista, se trataba de una chica alta, piernas fuertes y bien torneadas, un culo que quedaba a juego, además de unos pechos en los que cualquiera desearía hundir la cara sin importar morir asfixiado. Pero nada de esto hizo que prestara atención como cuando esa hermosura se quitó el casco ̶ ¿con que al fin funciona eh? ̶ acercándose ̶ no puede creer que tú y el viejo la arreglaran ̶ recibiendo un golpe en la nunca.
̶ Para ti Sensei, y por supuesto que lo hicimos, a pesar de como la dejaste la última vez.
̶ Sí, deberías probarla Keanicchi, ahora ronronea al correr, en lugar de todo ese ruido que te hacía creer explotaría en cualquier momento.
̶ Nada de eso pequeña Haru, no permitiré que dejes a este inútil manejarla de nuevo.
̶ Una vez, solo por una maldita vez que derrape y nunca me lo van a perdonar.
̶ De ninguna manera, tu saliste intacto y fue esta preciosidad quien pago el precio ̶ acariciando la moto ̶ entonces, ¿alguna ocasión especial?, como para que te arriesgues a morir en manos de tu hermana.
̶ Jajaj ella no está en casa, y supongo que algo así ̶ mientras se imaginaba saliendo de la fiesta con Yuzu de copiloto.
̶ Bien, si tienen algún problema no duden en llamarme. No quiero que bajo ninguna circunstancia este tarado ponga su trasero en la motocicleta a menos que seas tú quien maneje, ¿entendido pequeña?
̶ Entendido Sensei.
Suspirando ̶ ni hablar, bueno Harumin, aún es muy temprano para la fiesta, los demás están adentro ¿quieres jugar un rato?
̶ Claro vamos, por cierto ¿qué te dijeron, irán?
̶ Algunos, pero no sé qué tan buena idea sea, todos son unos cohibidos, y llevarlos a una fiesta con las chicas de tu academia quizá no resulte bien.
̶ No creo que haya problema, ellas tampoco acostumbran mucho a los chicos, de cualquier forma sino resulta bien esa será mi venganza para ese dominio rosa, todo por entrometerse.
̶ ¿Hablas de la pequeña del otro día?, no deberías ser tan dura con ella, parece que le importas.
̶ No es verdad, es una fastidiosa, por nada quiero que la defiendas.
̶ No la defiendo, sólo sé que tan brusca puedes ser.
Harumi respondía, literalmente pateando su trasero, usando el empeine.
̶ ¡Auch, auch!, me desfiguras... pero vaya que flexible ̶ huyendo al instante antes ser golpeado de nuevo.
Por su parte en el hogar de las Aihara la mañana transcurría tranquila, a pesar de la discusión la noche previa, esto debido a que Yuzu espero tres días para mencionar la fiesta y solo termino haciéndolo porque Matsuri habló a su casa para preguntarle a Mei si iría.
