BETWEEN LOVE

Sho de visita.

Ume salía del conjunto de departamentos con el presente que había comprado el día anterior para enviarlo a Sho cuando escuchó algunos pasos de alguien que se acercaba a hablarle   ̶  dígame, ¿acaso es eso un regalo para un enamorado suyo?

Al ver de quien se trataba, sonriendo   ̶  verá, algo así, es para uno de tantos.

  ̶  Sabía que tenía que ser más insistente en que viajaras conmigo   ̶  soltando su equipaje para tomar su rostro y besarla.

Ume correspondía abrazándolo con su mano libre, después de unos minutos    ̶  toma me ahorraste el envío.

  ̶  Gracias, ¿las niñas están en casa?

  ̶  Dormidas, pero si

Revisando la hora    ̶  pero si son casi las diez, ¿de verdad Mei sigue dormida?

  ̶  Sí, creo que no he podido evitar que Yuzu sea una mala influencia en ese aspecto.

  ̶  Jajaj a mí me alegra, es bueno saber que al menos por ahora Mei no se exige tanto a sí misma.

  ̶  ¿Ya hablaste con tu padre?

  ̶  Repetidas veces, pero insiste en que Mei no piensa cambiar de opinión, creo que debo hablar con ella yo mismo.

  ̶  Bueno vayamos arriba, solo trata de no ser tan "tú" cuando hables con ella.

  ̶  ¿Cómo que no ser tan yo?

  ̶  Jeje te quiero pero, necesitas mejorar tus técnicas de comunicación en especial cuando de tu hija se trata.

  ̶  Ah, a penas llego y ya me haces sentir mal.

En el departamento aún todo seguía en silencio, Mei y Yuzu permanecían dormidas abrazadas en su cama. La madrugada de ese sábado Ume se había despertado cuando el estruendo de balas siendo disparadas en el video sonaba, al sentir que el clima era frio fue a preparar la cama de sus hijas, las llevó cargando primero a Yuzu y luego a Mei, como si de bebés se tratasen.

Al ver como entre sueños Mei se acurrucaba en Yuzu y esta otra la recibía envolviéndola en sus brazos y piernas, no pudo resistirse a tomar una fotografía, la cual le enseñaba a Sho mientras las veían desde la puerta de su cuarto    ̶  y como verás no se han movido ni un poco jeje.

Recargando su cabeza en la puerta    ̶  duermen tan pacíficamente, ojala nada esto tenga que cambiar.

En la sala Sho sacaba de sus maletas algunas fotografías de sus viajes, además de varios presentes para sus hijas y Ume.

  ̶  Todo es muy lindo, ¿qué es esto?   ̶  sacando una botella un poco extraña con un líquido color esmeralda.

  ̶  Ah es una fragancia artesanal, no sé, cuando la olí me recordó a ti y supuse te quedaría.

  ̶  ¿Tú crees?    ̶  poniendo primero un poco en su muñeca, oliéndola y luego rociándose en el cuello.

Acercándose a Sho quien aun deshacía sus maletas en un sillón    ̶  y bien, ¿qué opinas?    ̶  sentándose en sus piernas y abrazándolo.

Primero un poco sorprendido no pudo reaccionar en seguida, pero al comenzar a percibir ese lindo aroma comenzó a acercar más su nariz al cuello de Ume    ̶  definitivamente te sienta bien   ̶  besándola apasionadamente.

Se quedaron así por un rato, Ume sentada sobre Sho, platicando para ponerse al día, intercalando caricias en su conversación.

Dentro de la habitación los murmullos despertaron a Mei, lo primero que hizo fue besar a quien la protegía en un abrazo, luego intento agudizar su oído para saber quién charlaba, al reconocer la voz de Sho salió disparada a la sala    ̶  padre estas de vuelta...   ̶  no la habían oído y la verdad es que la imagen de sus padres siendo románticos la impactó bastante. Intentó no hacer ruido para dejarlos a solas, pero las envolturas en el suelo la hicieron resbalar y en el afán de no caerse tiró varias cosas al suelo haciendo un considerable estruendo provocando que sus padres se levantaran de un salto.