Algo agitada, con la mente nublada, ella se preguntaba; « ¿Cuándo comenzó todo?, ¿qué demonios me pasa?, ¿cómo es que...? ».
Unas manos más hábiles de lo que esperaba la hacían respirar con mayor premura, sacándola de su monólogo interno. Sin log...
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//* Antes de comenzar la narración, quisiera hacer una breve mención...
lo prometido es deuda, este es el dibujo que quiero dedicarte ;). Como ya te he comentado sobre el MeixYuzu en el fic... no puedo decir mucho hasta que esté por terminar... aunque probablemente te haga caso y organice una votación formal jeje. En fin, de mientras un dibujito de ese par :D.
Lo sé normalmente los dibujos los regalo al final de la lectura pero este es un caso especial :P, en fin a lo que nos truje, espero les guste este capítulo. *//
El primer día del año durante el amanecer, Mei abría los ojos e intentaba estirarse, pero cierta rubia que dormía plácidamente sobre ella se lo dificultaba.
Para la pelinegra el contacto de esa cálida piel era la mejor sensación del mundo en ese momento. Así que envolviéndola en sus brazos y piernas, comenzaba a acariciarla moviendo en ondulaciones sus caderas contra ella.
En Yuzu se podía vislumbrar sus mejillas enrojeciendo, pero aún en trance no hacía otra cosa que frotar su rostro contra los senos de Mei.
Anhelando que su hermanastra despertara llevó una de sus manos a que masajeara su clítoris, causando que comenzara a jadear.
Estando por correrse, Yuzu despertó levantándose un poco, apoyada en sus brazos y mordiendo fuertemente el hombro de quien tenía debajo. Pues al estar sus padres en casa no podía hacer demasiado ruido.
Ya un poco recobrada ̶ Mei eso estuvo increíble, ¿pero no podías esperar a que despertara al menos?
Todavía acariciándola ̶ No, quiero comenzar bien el año, así que... tómame Yuzu.
Sonriendo comenzó a besarla, apartándose de ella hundió el rostro entre sus piernas, sorbiendo y lamiendo toda la humedad que ya se encontraba ahí.
Mei usaba una almohada para silenciar todos los sonidos que escapaban de su garganta, la lengua de su adorada rubia hacía maravillas, en menos de 15 minutos ya había conseguido 5 enloquecedores orgasmos.
Abriendo más las piernas le exigía a la mayor ̶ quiero tu sexo contra el mío, ahora.
Unos días después en casa de Yuzu y Harumi.
̶ ¿Puedes creer eso?, Harumi y Keane... no pensé que Haru fuera a darle una oportunidad.