Libro 2. Segundas Oportunidades.
Se enamoraron sin querer. Sabían que sería difícil. Sabían que sus familias nunca lo aceptarían.
Ella, 19 años. Él, 27. No es un abismo, ¿Qué son ocho años? Pero eran etapas diferentes y si le sumamos un océano d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Happy Now- Zedd ft Eley Duhe
Iker sentía la impaciencia haciendo mella en él. Ya habían pasado los padres de Estefanía, ahora Valeria estaba con ella. No sabía si era correcto entrar a verla, pero que lo condenen sino era lo que deseaba. Lo cierto, es que sabía que ella no iba a querer verlo y tampoco se le hacía justo imponerle su presencia. No ahora que estaba delicada todavía.
—Ella ya sabe que ustedes están aquí, no sé cómo lo esté tomando. Cuando entre veré que tal está la situación y de allí, decidimos si es buena idea que entres o no—dice Alexa con voz queda, lo suficiente para que él y Tadeo escuchen.
—Será raro que seas el único que no pase a visitarla. Si ella no lo desea, creo que será mejor que ni mamá, ni yo vayamos tampoco, para cubrir un poco el asunto—añade Tadeo y la chica asintió de acuerdo.
—No lo habían pensado, pero creo que tienes razón.
Mamá Tina era la siguiente en pasar, pero se acercó a Alexa cuando vio venir a Valeria.
—Hija, creo que es mejor que entrés primero. Estoy segura que el saber que Iker está aquí la afectó y teniendo en cuenta que se supone eres la única en saberlo, tal vez le haga bien hablar al respecto—sugirió—. Yo puedo esperar, me conformo con saber que mi pequeña está bien.
—¿Segura Tina? —Por eso las chicas amaban a su abuela, siempre poniendo el bienestar de ellas primero.
—Completamente... anda, ve—apremió con una alentadora sonrisa.
—Abue, tu turno—murmuró Valeria cuando llegó junto a ellos.
—Le decía a Alexa que creo que es mejor que entre ella primero, seguro Teffie se alegrará mucho al verla.
Si alguien vio rara la sugerencia, no dijeron nada. Y es que tampoco les pareció de lo más extraño, sabían la relación tan estrecha que las chicas mantenían. Eran como hermanas.
Sin perder tiempo, Alexa se dirige a donde Valeria le explica, no sin antes darle una mirada preocupada a Iker. No sabía cuánto tiempo más podrían mantener el secreto. Sentía que llevaba sosteniendo una granada y pronto le explotaría en la mano.
Teffie esperaba a mama Tina, pero cuando vio entrar a Alexa, no pudo evitar emocionarse.
—¡Bestie! —Saludó la chica, corriendo junto a su cama para abrazarla—. Estefanía Sandoval, nunca vuelvas a meterme un susto como este ¿entendido? —Murmuró cuando se alejó, con fingido enfado y dramatismo, haciendo reír a la muchacha.
—Lo prometo...—dice sonriendo, pero limpiándose la traicione lágrima que resbalaba por su mejilla. Tenía tanta suerte de tener una amiga como Alexa.
¿Es que tenía que haber estado cerca de la muerte para comenzar a entender lo afortunada que era? Tenía personas maravillosas a su alrededor. Un corazón roto no era razón para tirar todo por la borda. Ahora lo comprendía.
