26. Magia.

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Heaven-Kane Brown

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Heaven-Kane Brown

Mientras hacían tiempo, por si Valeria o Damián venían, las chicas se miraban con complicidad, nerviosas. Ambas se sentían listas para lo que vendría, ambas estaban emocionadas.

—Tengo mucho miedo, Teff—murmuró Ale, mordiéndose el labio con nerviosismo.

—¿Por qué? Mario te adora y tú a él, no lo pienses, solo déjate llevar.

Por primera vez, ella tenía más experiencia que Alexa y aunque no fue nada comparado a lo que su amiga estaba por vivir, pues habría amor de por medio, tenía más idea sobre lo que pasaría. No es como si Estefanía no estuviera temerosa también, pues todo lo que tenía para compararlo, era una experiencia vacía y traumática. Sin embargo, no estaba tan nerviosa como hubiese imaginado. No, estaba expectante y ansiosa por tener a Iker a su lado.

—Lo quiero tanto pero, no sé, siento que he esperado mucho por este momento que me parece surreal que por fin llegara.

—Te comprendo mejor de lo que crees...—dice, sonriendo—. Pero disfruta el momento, amiga, ambos están conscientes de que desean vivir esto juntos, ambos se eligieron y con eso ya tienen más de la mitad del camino recorrido. Tú sabes que con Charles nunca me sentí lista, que cedí porque me había cansado de la presión que ponía en mí y de nada me voy a arrepentir más en vida, y aunque debería sentir pánico ahora, estoy bien. Pensé que nunca estaría lista de nuevo pero Iker llegó a cambiar todo y ahora lo comprendo, cuando es la persona adecuada, lo demás no importa.

—Lo sé, y no tienes idea lo feliz que me hace escucharte hablar así. Nunca imaginé que algo pudiera surgir entre ustedes, pero Dios, Teff, saltan chispas literalmente cuando están juntos. No puedo entender como nadie más se ha dado cuenta—ríe, negando imperceptiblemente, pues aún le parecía increíble, sobre todo después de verlos juntos sin esconder lo que sentía.

Durante el día, los había estado observando y era increíble el magnetismo que tenían. Se movían de forma sincronizada, como si supieran el movimiento del otro con anticipación, sin mencionar la incapacidad de Iker de mantener las manos alejadas de Estefanía. Su amiga se derretía ante él y un semblante desconocido para ella, aparecía en su rostro. No tenía palabras para describir lo que sus ojos veían cuando se besaban, cuando Iker acunaba el rostro de su novia y susurraba algo, mirándola a los ojos, se sintió como una intrusa espiándolos pero le fue imposible apartar la mirada.

Era hipnotizante el aura que esos dos irradiaban.

—Es demasiado intenso lo que tienen...—murmuró Mario, con la vista en la misma dirección que la suya.

—No entiendo en que momento sucedió—el desconcierto en su voz era demasiado evidente. Estaba feliz por ellos, eso sin duda, pero también temerosa por el futuro. Tenía la sensación de que cuando todo se revelara, iban a enfrentarse a una dura batalla.

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