Un año-Sebastián Yatra ft Reik
Sentada, escribiendo en su diario, rememoraba lo vivido en las últimas semanas. Llevaba poco más de dos meses internada en rehabilitación, y había avanzado muchísimo. Estaba descubriéndose a sí misma de una manera que nunca imaginó, y definitivamente, cada herida que en su alma había, iba sanando una a una. Aún faltaba un largo camino, estaba consciente que ese era solo el inicio pero para ese momento, ya no se exigía demasiado.
Lo que tanto había anhelado en sus meses de soledad, en sus momentos oscuros, finalmente lo iba logrando. Aprender a solar. Sus terapeutas habían insistido en eso y la guiaban en el proceso de comprender lo que eso significa.
Siempre había sido muy dependiente emocionalmente, nunca había sido tan consciente, como en ese momento. Poco a poco iba aprendiendo a disfrutar de sí misma, a ponerse a ella primero. Comprendió, que para estar bien con los demás, primero tenía que estar bien con ella misma. Si bien había hecho un gran progreso en eso con su antiguo terapeuta, durante estas últimas sesiones, descubrió que nunca llegó a recobrarse completamente. Se había apoyado tanto en Iker para sanar, que cuando él se fue, no había nada que la sostuviera.
El paso de Charles e Iker por su vida, habían sido tan intensos a su manera y de forma opuesta, que nunca vivió lo que era estar sola, sanar por sí misma. Cuando terminó con Charlie, aún lo de Valeria estaba muy reciente, y cuando recuperó a su hermana, Iker apareció en su vida. Nunca estuvo sola, nunca se dio tiempo a sí misma.
Que claro lo veía ahora. Todo tiene un proceso, cada herida deja un aprendizaje y Estefanía finalmente iba comprendiendo cada una.
Había podido ver a sus padres después de cuarenta y cinco días ingresada. Por primera vez, en mucho tiempo, se sintió cómoda y feliz de compartir con ellos. Otra de las cosas que había descubierto en sus sesiones, era que el ocultarles su relación con Iker, interiormente le hizo sentirse traicionera, mentirosa. Y aunque no se arrepentía de haberlo hecho, finalmente estaba reconciliándose con esa parte que la atormentaba.
Tuvieron sesión familiar y ambas partes hablaron de lo que sentían, de lo vivido en los últimos años. Todos necesitaban sanar.
—Te queremos mucho, pequeña. Estamos muy orgullosos del progreso que has hecho en este tiempo, sabemos que aún hay camino por delante pero vas muy bien—murmuró Marcos, conmovido, cuando se despedían. Esas horas a su lado se le habían pasado tan rápido, que no le fueron suficientes.
Para ellos, ese proceso también estaba siendo de aprendizaje, de autoconocimiento. Él y Clara iban a terapia una vez por semana, pues querían y necesitaban estar listos para sus hijas, acompañándolas y apoyándolas de la mejor manera posible.
Muy a su pesar, había comprendido que Iker no era el culpable de lo sucedido a su hija. Fueron una serie de eventos desafortunados lo que catalizó la caída de Estefanía. Pero que ese muchacho no había sido más que un apoyo incondicional en ella, durante el tiempo que estuvieron juntos.
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Volver a ti©
RomanceLibro 2. Segundas Oportunidades. Se enamoraron sin querer. Sabían que sería difícil. Sabían que sus familias nunca lo aceptarían. Ella, 19 años. Él, 27. No es un abismo, ¿Qué son ocho años? Pero eran etapas diferentes y si le sumamos un océano d...