Just the way you are-Glee
Al día siguiente, los jóvenes despertaron bien entrada la mañana. El primero fue Iker, quien se unió a sus padres y a los de su hermana en la cocina, donde tomaban un café y conversaban. Había dormido poco, no tener a su novia cerca toda la noche, lo tenía frustrado. Era poco el tiempo que tenían juntos, sentía que era una noche robada... pero no podía reclamar nada, Alexa no tenía la culpa de que ellos se escondieran, y sabía, por Teffie, que era usual que la chica se quedara con ella, así que hubiera sido raro que se negara.
—¿La pasaron bien anoche? —Preguntó su madre, mientras Clara le ofrecía algo de desayunar.
—Sí, bastante. Incluso Damián y Val la pasaron de lo mejor, creo que les hacía falta una noche así.
—Seguramente. Después de todo lo sucedido era lo último en lo que pensaban, lo cierto es que incluso antes del accidente, no eran muy asiduos a salir de noche, se tomaron muy enserio su papel de padres—comenta el padre de las muchachas.
Mientras comentaban el asunto, Iker escucho un par de risas bajando las escaleras y momentos después, Alexa y Estefanía entraban empujándose y riendo, como dos niñas chiquitas. Eso le causó ternura. Su novia tenía facetas tan contrastantes, era muy madura para su edad pero en definitiva también una chiquilla mimada; era valiente, aunque ni ella misma se diera cuenta pero era tan vulnerable como solo alguien que ha pasado por tanto, puede serlo; sabía que la timidez era consecuencia de lo vivido, pero en el fondo, era como una castañuela que ansiaba con mostrarse tal cual era y si era sincero, ansiaba porque el momento llegara y ella pueda ser libre, superar todo los demonios que la atormentaban.
—Eres una celosa, Estefanía—replicaba con diversión su mejor amiga, empujándola con la cadera, mientras la otra rodaba con los ojos.
—Claro que no, solo digo que debes dejar a Mario respirar, ni siquiera ha querido Dios que amanezca porque ya estas torturándolo con tus insistentes mensajes...—contradice.
— ¿Discutiendo de nuevo? —Cuestiona con diversión Clara— ¡Qué novedad!
—Son peor que niñas chiquitas—agrega Marcos, causando que todos rieran.
Estefanía vio a su novio y no pudo evitar que una enorme sonrisa se formara en su rostro. Lo había extrañado tanto, que aunque se durmió casi al tocar la almohada, estuvo bastante inquieta toda la noche, intentando buscar el calor que él le brindaba.
— ¡Buenos días! —Saludo Alexa con alegría—tía, dime que preparaste esos deliciosos chilaquiles que haces para desayunar, mi cabeza y mi estómago reclaman ese manjar—dice con exageración.
—Por supuesto, y viendo el éxito que tuvo entre Tadeo y Angélica, creo que será un platillo recurrente para el desayuno.
—Entonces me quedaré más seguido por aquí—comentó, mirando con diversión la cara de Iker, que abrió los ojos sorprendido, horrorizado a decir verdad; casi suelta una carcajada ante su expresión. Si es que no sabía cómo nadie más se había dado cuenta de lo que había entre esos dos.
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Volver a ti©
RomanceLibro 2. Segundas Oportunidades. Se enamoraron sin querer. Sabían que sería difícil. Sabían que sus familias nunca lo aceptarían. Ella, 19 años. Él, 27. No es un abismo, ¿Qué son ocho años? Pero eran etapas diferentes y si le sumamos un océano d...