Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)

Capítulo 6

Yo no era un hombre al que le gustaba discutir, de hecho casi nunca teníamos discusiones con Valentina, pero habían momentos en los que teníamos diferencias, como cualquier matrimonio.

Cogí el celular para marcarle a Yanelis, hace días no llamaba a Thiago y quería saber cómo estaba.

- Hola Yanelis ¿Cómo estás?

- Dejó olvidado su celular, le digo que llamaste.

- ¿Erick?

- ¿Quieres que le diga algo más?

- No, yo la llamo al rato.

- Bueno, adiós.

- No no no, espera.

- Qué.

- ¿Cómo estás tú?

- Creo que un poco mejor.

- Me alegro.

- Gracias.

- ¿Quieres salir conmigo? Osea digo con nuestros hijos, dar una vuelta, no lo sé.

- No sé si sea buena idea.

- ¿Por qué?

- No es muy agradable verte, tengo que ser sincero.

- Solucionemos nuestros problemas Erick, hablemos.

- ¿Hablar de que?

- Volvamos a ser amigos, como antes, cuando nos íbamos de fiesta, disfrutábamos...

- ¿Como antes?

- Sí.

- ¿Para que? ¿Para que después de cada fiesta volver a casa, besarnos, masturbarnos, cogernos y fingir que todo está bien?

- Erick, no digas esas cosas.

- ¿Por qué? Eso era lo que hacíamos ¿no? No, espera...eso era para lo que tú me tenías.

- Solo hablemos, luego si ya no quieres verme volvemos a dejar de hablar.

- Ve tú qué haces, yo ya dije lo que tenía que decir.

Fui a la habitación de mi pequeña, en lo que estaba jugando busqué un poco de ropa para cambiarla, el día estaba algo fresco así que estaba perfecto para salir.

- ¿A dónde vas con la niña? - preguntó Valentina al verme bajar con ella.

- Vamos a salir, el día está lindo y necesita tomar aire.

- ¿Con el permiso de quién?

- Con el mío - dije serio.

- Soy su mamá, podrías preguntar primero.

- Y yo soy su papá - dije con la autoridad que correspondía - O que...¿a caso hiciste a la niña sola?

No dijo absolutamente nada, como padres teníamos los mismo derechos, si fuera alguien despreocupado le creería que se preocupe, pero soy lo suficientemente responsable con mi hija.

Subí lo necesario al auto y la puse en su silla, iba muy feliz.

- ¿Christopher? - dijo al verme.

- Hola - saludó mi pequeña.

- ¡Hey! Hola.

- Dijiste que vea que hacer, así que aquí estoy - respondí.

- Yo no voy a salir contigo.

- Solo demos una vuelta y ya - pedí.

Me miró algo dudoso, por momentos miraba a mi pequeña quién no le despegaba la mirada - está bien, pero ojo - se detuvo - esto no se volverá a repetir.

Se demoró bastante a mi parecer en arreglar a su hijo, quizás aún se estaba acostumbrando.

Al salir le abrí la puerta de atrás para que acomode a su hijo pero se subió el también, estaba muy contradictorio.

Fuimos al parque al que solíamos ir con Thiago, era una ternura ver a Erick con el coche de su bebé, quién se imaginaria que ahora ambos éramos padres.

No hablábamos mucho, intentaba conversar con él pero eran muy cortantes y frías sus respuestas.

- Aún no me dices cómo se llama tu bebé.

- Para que quieres saberlo - respondió.

- No lo sé, sería bueno saberlo.

Su pequeño comenzó a llorar, lo tomó en brazos inmediatamente. Intentaba calmarlo pero no daba resultados.

- Shhh. ¿que pasa? - le preguntaba al pequeño bebé que tenía en brazos.

- Ponle su chupete - dije.

Lo dejó en el coche para buscarlo, aproveché de tomarlo en brazos para moverlo, quizás tenía sueño.

- Oye... - dijo apenas me vió con él. Tomé el chupete para ponérselo en su pequeña boquita, no pesaba absolutamente nada.

De a poco fue cerrando sus ojitos, creo que he aprendido bien con Emma.

- Dámelo - habló Erick un poco bajo.

Esperé a que acomode sus brazos para que lo cargue, en lo que lo dejaba en ellos, pude sentir la respiración de Erick bastante cerca, estábamos a centímetros y verdaderamente quedé inmóvil mirando su rostro mientras algo en mi cuerpo recorría.