Capítulo 25

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Terminé por conducir yo, esperaba que este mal rato no afecte mis cosas con él.

- Lo siento por lo que pasó - me disculpé.

- No te preocupes, esta vez no fue tu culpa.

- ¿Vas a estar bien?

- Sí.

- Bueno, entonces ¿nos seguiremos viendo?

- Por mí no hay problema, solo no la cagues.

- Dalo por hecho - reí.

- ¿Te vas a quedar ahí? Vamos.

No me iba a negar, tenía que aprovechar los momentos que tenga para estar con él.

- Ya despertaste - dijo apenas entró.

- Hoy se despertó muy temprano, no ha querido volver a dormir - respondió su mamá - ¡Chris! Mi niño.

- Hola - dije algo ¿tímido?

- Al parecer la salida estuvo muy buena, te ves mejor.

- Lo estoy - miré de reojo a Erick.

Tomó a su pequeño en brazos, me pidió que lo acompañe, obviamente lo hice.

- Ve a bañarte, yo puedo quedarme con él.

- ¿De verdad?

- Sí, ve.

- Gracias - accedió a entregármelo - no demoro nada.

Cogí unos juguetes que estaban en el mueble, lo senté rodeado de las almohadas ya que aún no sujetaba bien su cuerpo y no podía afirmarme por sí solo.

No sé si acostumbraban a peinar a Vicente con la línea en medio, no tenía mucho cabello pero se lo puse a un lado, como el mío.

- Eres una ternura de bebé - le lancé un beso - de seguro nos llevaríamos muy bien, no soy antipático, podría cuidarte - me acerqué un poco a su oído - tu papá me gusta.

Él no se movía, a lo mucho hacía movimientos con sus manitos.

Me recosté en la cama para elevarlo, ponía caras muy graciosas.

- Veo que se llevan bien - escuché la voz de Erick.

- Eso espero, me gustaría mucho.

Apenas vió a Erick no le quitó la mirada, lo reconocía perfectamente.

- ¿Sabrá lo que es pestañear? - preguntó con una gracia que no pude evitar reírme.

- Lo hace, poco pero lo hace - respondí.

- Creo que no podremos salir el sábado - habló en lo que se sentaba en la cama - Valentina haría un escándalo de aquellos.

- No debería, yo decido que hago y que no hago, tiene que respetar lo que decidió el tribunal y si yo quiero pasar el fin de semana con mi hija y con ustedes es cosa mía - respondí.

- Vaya, tienes carácter.

- La paternidad, tú me conoces, sabes que no suelo ser problemático ni nada de esas cosas, pero con ella es imposible.

- Siendo así...salgamos este sábado, Vicente no sale mucho en realidad y creo que sería bueno que tomé aire.

- Perfecto - puse mi mano sobre la de él - será un buen momento para nosotros.

- Poco a poco.

- Quiero saber otra cosa. ¿Dejarás que me acerque a ti con otras intenciones?

- Ya lo hiciste, tu pregunta está demás creo.

- Porqué fui tan tonto - puse mi cabeza en su hombro - no quise ver lo que en realidad sentía.

- No te justifico, eres un tonto - dijo sincero - estaríamos juntos.

- Pero te voy a recuperar, eso tenlo por seguro - respondí - solo que ahora ya no tendré a uno, tendré a dos.

- ¿Dos?

- Vicente - tomé la mano del pequeño - los quiero a los dos conmigo.

Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora