Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)

Capítulo 32

Estaba sentado en el suelo con la espalda pegada al sofá, no quería que Erick me vea llorando.

No podía hacerme el tonto, sus palabras me dolieron, no por el hecho de que escogía a su hijo, todo padre escogería a su hijo ante cualquier cosa, pero estaba renunciando a mi por las estupideces de un tercero.

Sequé mis lágrimas al ver que se sentó a mi lado, puso su cabeza en mi hombro y aproveché de acomodar la mía en la de él.

- Lo siento, dije eso sin pensar - habló más tranquilo.

- Yo no quiero dejarte, no me pidas eso.

- Tengo tantas cosas en la mente, estoy preocupado, no sé ni lo que digo.

- Te entiendo, lo hago, haré lo que pueda por ti, enserio.

- Gracias Christopher - me rodeó con uno de sus brazos - de verdad.

- No podemos quedarnos aquí sin hacer nada, vamos a que pongas una denuncia, es evidente que ella tiene a Vicente.

Al menos ya había dejado de llorar un poco, por momentos lloraba mucho y era comprensible.

Puso la denuncia, entregó todos los datos junto con una foto, le dimos la descripción de Valentina, era la única sospechosa hasta el momento.

Cómo Vicente era menor de edad la denuncia procedió de inmediato, ya comenzarían con su búsqueda.

Durante la tarde no quiso comer nada, por ahora lo dejaría pasar, ya mañana aunque sea a la fuerza tendría que comer algo.

Cayó la noche, no sabíamos nada, no había indicios del pequeño.

Tomé una manta lo suficientemente grande, Erick estaba en el sofá sentado esperando a que al menos lo llamen con una noticia buena.

Me senté a su lado lo más cerca posible para cubrir nuestros cuerpos. Se acurrucó como un bebé mientras yo lo abrazaba, estaba helado, se me partía el alma verlo así.

- ¿Sabes? Vicente es un bebé muy hermoso, se ganó mi corazón - hablé.

- Mi pequeño, debe estar asustado.

- Ya verás que aparecerá, tiene un ángel que lo protegerá, su mamá lo cuidará.

- Es lo que más le pido, que lo cuide.

- Hay que pedírselo - me levanté al igual que él.

Lo abracé por detrás mientras lo cubría, caminamos hasta la ventana para mirar el estrellado cielo.

- ¿Por qué me traes acá?

- Porque quiero pedirle a Abi que cuide a su pequeño, a tu pequeño - miré al cielo - que lo proteja, que no permita que nada le pase.

- Abi - comenzó a llorar - te prometo que lo cuidaré mejor, solo ayúdame por favor, no quiero que nada le pase a nuestro hijo.

- Yo te prometo que cuando Vicente aparezca, cuidaré de él como si fuera mi hijo - dije aún con mi mirada al cielo - cuidaré de los dos.

- Christopher - se giró a abrazarme - no puedo más.

- Tienes que poder, por tu hijo tienes que hacerlo - hice que me mire - él te necesita y te necesita bien, yo te necesito fuerte.

- Me cuesta, no puedo mentirte, no estoy bien.

Tenía que buscar la manera de levantarlo, buscar la manera de ponerme en contacto con ella, estaba dispuesto a todo por traerle a su hijo de vuelta.