Capítulo 8

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- Tus amenazas están demás - dije detrás - ¿puedo saber que te pasa?

- Eso quiero saber de ti, que te pasa.

- Ya te dije que nada.

- Te conozco, no me vengas con cuentos tontos, estás distante, ido.

- Vas a seguir con lo mismo - dije algo aburrido - si estás esperando a que te diga algo que no es, olvídalo, pensé que confiabas en mi.

- Quizás no lo hago - respondió cortante. Me gire extrañado por su respuesta, nunca en los años de casados que llevamos le he dado un motivo para que desconfíe de mi, todo lo contrario.

- ¿Es broma?

- No, no es broma.

- ¡Valentina de qué hablas!

- Eso, quizás tú tampoco confías en mi - respondió.

- No pongas palabras en mi boca, siempre he confiado en ti, veo por mi hija, por ti, siempre son ustedes dos el centro de mi vida.

- Claro.

- ¿Por qué tanta inseguridad? ¿No serás tú la que anda en otras cosas? - insinue recibiendo una bofetada.

- A MI NO ME DIGAS ESAS COSAS.

- TÚ TAMPOCO A MI.

Sentí a mi pequeña llorar, se había asustado con los gritos. La tomé en brazos para calmarla.

Valentina tomó su bolsa y salió de la casa, no la iba a detener, era mejor que por hoy estemos separados.

- ¿Pasó? - le pregunté a mi bebé.

- Sí, papá.

- Mi princesa - comencé a peinar su cabello en lo que mis ojos se llenaban de lágrimas - ¿Sabes? A veces me canso de ser el comprensible, el bueno.

Siempre daba todo de mi, esta última semana ha sido del asco, las peleas estaban comenzando de pronto y sin motivo alguno.

Entró una video llamada desde el celular de Yanelis, de seguro era Thiago ya que hoy no pude verlo.

- ¡Tío Chris! ¡Emma! - dijo con felicidad - ¿tío?

- Aquí estoy pequeño - dije después de secar mis lágrimas - ¿cómo estás?

- Mmm...bien ¿por qué lloras?

- ¿Yo? De qué hablas - reí fingidamente - solo estoy cansado porque fui a pasear con Emma ¿cierto amor?

- ¡Siiiiii! - contestó mi pequeña.

- ¿Estás solo? ¿Tú mamá?

- No, estoy con mi tío y mi primito - respondió enfocando a Erick quién miró.

- ¿Llegaron bien?

- Creo que mejor que tú al parecer - dijo él.

- ¡Tío! Eso no se dice, tiene pena - contestó Thiago a lo que me quedé impresionado, para ser un niño era bastante observador.

- Pequeño, tengo que irme, necesito acostar a Emma, te cuidas ¿eh? Te quiero mucho.

- También yo, los quiero mucho.

No sabía a donde había ido Valentina, de seguro a la casa de su madre porque ni ropa llevó, ya cuando los ánimos estén más calmados sería bueno hablar.

No quería que esto vuelva a pasar, que mi hija vuelva a escuchar gritos de nosotros, porque si esto iba a estar sucediendo frecuentemente, sería mejor poner un alto.

Acosté a la pequeña en mi cama, no quería estar solo en la habitación.

Pude ver la foto en la pared donde salíamos Valentina y yo con nuestra pequeña recién nacida, ese había sido el día más feliz de mi vida, el nacimiento de mi hija.

Recordé al bebé de Erick, me sentí bien de tenerlo en brazos - es una hermosura, igual que él - dije sonriendo.

Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora