Capítulo 36

2.3K 227 11
                                    

Cargué a mi hija, estaba muy callada debido al susto. Me daba una pena enorme por ella, porque aunque su madre sea una loca de seguro la extrañaría, pero tenía que pagar todo el daño que causó.

Llevé a Erick al hospital, tenían que revisar con urgencia a Vicente, realmente tenía mucha fiebre y estaba pálido.

Lo atendieron de inmediato, solo pudo pasar él, me quedaría un momento dependiendo de lo que le digan, mi hija estaba cansada y quería tratar de que esté tranquila, ahora más que nunca me necesitaba.

- ¿Que te dijeron? ¿Dónde está Vicente?

- Maldita loca, casi lo mata - se acercó a mí para que lo abrace.

- Lo siento mucho.

- Tiene la fiebre muy alta, están intentando bajarla un poco, está deshidratado - secó sus lágrimas - un día más y seguramente mi hijo estaría muerto.

Llevé una de mis manos a mi boca, no podía creer que todo esto nos esté pasando.

- ¿Tiene que quedarse aquí? - pregunté.

- Sí, al menos por hoy en lo que se recupera un poco, tendré que quedarme a cuidarlo, no puede quedar solo, ya depende como lo vean puedo llevármelo mañana.

- ¿Necesitas que te traiga algo?

- No, así está bien, mi madre viene en camino con las cosas de Vicente, pero gracias.

- Bueno, yo creo que me iré en ese caso - miré a Emma quién me esperaba sentada - está algo asustada aún, sería bueno que descanse.

- Pobrecita, ha pasado tantas cosas por culpa de su mamá.

- Avísame cualquier cosa Erick, estaré pendiente al celular.

- No te preocupes, yo te hablo.

- Cuídate mucho - lo volví a abrazar - saldrá todo bien, él es fuerte.

- Trata de dormir un poco - besó mi hombro - te ves bastante cansado, te agradezco todo lo que hiciste, solo no hubiera podido.

- Te quiero, por eso lo hago - besé sus labios antes de irme.

Esperé a que Erick se despida de Emma, salí del hospital un poco más tranquilo, al menos lo malo había pasado.

Ya en el departamente le preparé la tina a mi pequeña para hacerla dormir, no demoró nada en caer rendida a la cama.

Lo mismo hice yo, me bañé para intentar relajarme, no voy a mentir, si estaba cansado, estos días se me hicieron eternos y solo necesitaba dormir.

A la mañana siguiente apenas abrí los ojos tomé el celular para ver si tenía alguna llamada o un mensaje de Erick. No me encontré con ninguno, de seguro se quedó toda la noche despierto cuidando de su hijo.

- Hola Erick.

- Christopher, no esperaba que llames tan...temprano.

- ¿Cómo está?

- Mejor a diferencia de cómo llegó, la fiebre le subía y le bajaba pero ya está con su temperatura normal.

- Necesitaba escuchar eso, estaba preocupado.

- ¿Descansaron?

- Sí, bastante.

- Me alegro.

- ¿Necesitas algo?

- No, tengo que esperar a que me den la autorización para llevarlo a casa.

- ¿Puedo ir a verlo?

- Yo te aviso, está algo tensa la cosa en estos momentos.

- ¿Por qué?

- Llegó la abuela de Vicente diciendo que era un irresponsable y todas esas cosas, que él no podía estar conmigo, me tiene amenazado por decirlo así.

- ¿Amenazado?

- Te cuento cuando tenga más tiempo, gracias por preocuparte.

Me dejó bastante inquieto, Erick no tenía la culpa de nada, ya no quería que tenga más preocupaciones, no se las merecía, él no.

Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora