Capítulo 30

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- ¿Y dices que vino a tu casa? ¿Por qué no me dijiste? - preguntó serio.

- Porque no nos habíamos visto, estas cosas no se cuentas por teléfono.

- ¿Algo más que deba saber?

No sabía si decirle lo que había pasado, pero si se lo ocultaba me iría peor.

- Se me insinuó.

- ¿QUÉ?

- Vas a despertar a Emma - tapé su boca pero se quitó.

- Christopher ¿que hiciste?

- Nada, le dejé en claro que te respetaba, no caí si eso es lo que te preocupa - respondí - aunque me amenazó como siempre, ya sabes, se le hizo costumbre.

- Disculpando la expresión y que es la mamá de Emma, pero es una ofrecida, pobre de ti que hagas algo - amenazó.

- ¿Por que todos me amenazan? - me hice el triste - solo quiero cariño.

- Tonto - me abrazó.

- ¿Por qué no trajiste a Vicente? Quería verlo.

- Ya te encariñaste con él.

- Sí, además solo los fines de semana podemos estar los cuatro juntos.

- Lo dejé en la casa, era algo tarde para que esté afuera y mi mamá insistió que no, así que ella se ofreció a cuidarlo.

- ¿Como van las cosas en tu casa? - volví a mirarlo.

- No sé, es algo incómodo.

- ¿Cenamos?

- Son las once de la noche Christopher.

- Te estaba esperando a ti, mi pequeña ya se durmió y no quiero comer solo.

- Bueno, está bien.

- ¿Te vas a quedar a dormir?

- Quizás...

Nos sentamos a comer, la verdad yo si tenía mucha hambre, Erick me decía que iba a quedar como una bolita si comía tanto.

Hablamos un rato de cosas que habían pasado en la semana antes de ir a acostamos.

Por el momento íbamos calmados, no era que cada vez que nos viéramos íbamos a coger, osea yo si quisiera y antes lo hacíamos, pero no quería presionarlo.

Con Erick todo era tan distinto, con él no era necesario estar teniendo relaciones cada día, con tenerlo en mis brazos mientras dormimos me sentía lleno, feliz.

- Ven - lo tomé de la cintura.

- Qué.

- Estoy feliz de tenerte conmigo nuevamente - acomodé su cabello - no me falta nada. Bueno sí, dos cosas.

- ¿Dos cosas?

- Recuperar a Emma y que seas mi novio - respondí.

- ¡Uf! Siempre tomándome por sorpresa Christopher - puso una de sus manos en la nuca.

- ¿Quieres ser mi novio Erick Brian? - pregunté. Su mirada estaba fija en mi, me puse algo nervioso.

- ¿Avergonzado? - preguntó riendo.

- Sí, un poco.

- Dame tiempo - acarició mis mejillas - al menos unos días. No es que me esté haciendo el interesante, solo que quiero estar seguro.

No era la respuesta que esperaba pero respetaría su decisión - está bien, tómate el tiempo que necesites.

- ¿Dormimos? - solo asentí.

La noche pasó muy rápida, seguiríamos durmiendo pero estaban llamando a Erick.

- Mamá, que pasa - escuché medio dormido aún - ¿pero que pasó?

- ¿Erick? - pregunté pero me hizo un gesto para que lo espere.

- ¿Como que no está? - se puso de pie - pregúntale a Yanelis.

- ¿Qué pasa?

- Ya voy - colgó. Comenzó a vestirse de inmediato. No entendía nada.

- Erick - lo giré encontrándome con sus ojos llenos de lágrimas.

- Necesito irme ¿puedes llevarme?

- Estás temblando, que pasa.

Solo me abrazó, no podía hablar ¿por qué tenían que pasarnos cosas malas justo cuando estábamos bien?

Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora