Mientras conducía intentaba pensar en que momento fue que todo esto pasó, en que momento la mujer a la que yo amaba me falló de esta manera.
Ni siquiera sabía a donde ir, tendría que buscar algo rápido ya que la noche estaba a punto de caer y mi pequeña ya estaba con sueño.
Paramos en un lugar para poder comer en lo que buscaba un hotel para pasar la noche indefinidamente, al menos hasta que veamos el asunto del divorcio, mi hija con ella no se quedaría.
Recibí varias llamadas de mi madre, de mi suegra e inclusive de la familia de Erick, de seguro se estaba haciendo la víctima con todo el mundo.
Al despertar me encargué de pedir el desayuno a la habitación, no era que me esté escondiendo porque no tendría porqué, pero quería estar tranquilo y en paz.
Una llamada de un número desconocido me mantuvo con la mirada pegada en la pantalla del celular, no sabía quien era, no quería contestar pero lo hice de igual forma.
- ¿Sí?
- ¿Dónde estás?
- ¿Erick?
- Sí, yo.
- De seguro ya sabes lo que pasó.
- Valentina vino llorando ¿que le hiciste?
- ¿Yo? Al parecer no les contó nada.
- La verdad no sé, me enteré por mi mamá. Dime donde estás.
- ¿Para qué?
- Para que hablemos, estás solo y quizás puedas contarme que pasó.
- ¿Puedo confiar en ti?
- No te estoy obligando a nada, pero si no quieres.
- Te mandaré la dirección, no le digas a nadie por favor, estoy algo tenso y quiero estar tranquilo.
- Nos vemos en un rato.
La verdad seguía confiando en él, nunca dejé de hacerlo. Estaba más tranquilo de saber que tendría con quien hablar, quizás si le preocupaba aunque sea un poco.
Cambie de ropa a mi princesa, brincaba cada cinco minutos en la cama, tenía una energía imparable, me llenaba de vida.
El llamado a la puerta me hizo sacar una sonrisa que se fue apenas la abrí. Era Erick junto a Valentina y dos policías.
- Erick... - dije con cierta pena al saber que su intenciones no eran para hablar.
- Donde está mi hija - habló enojada mi todavía esposa.
- Ya te dije que tú con la niña no te quedas - respondí.
- Tenemos una orden para llevarnos a la menor - habló uno de los policías entregándome una hoja - permiso.
- No - me puse en la puerta - no se la van a llevar, yo soy su papá.
- Entrégame a mi hija Christopher - advirtió.
- No tienes ningún derecho a reclamar nada, ella va a estar mejor conmigo.
- Si no se la entrega a la madre, tendrá que acompañarnos - volvió a hablar el policía.
- Llevenme - reté - mi hija de aquí no sale.
Sentí la mano de Valentina en mi mejilla a lo que mi enojo aumentó - te voy a quitar a la niña.
Tuve la intención de encarar a la madre de mi hija. Sentí el brazo de Erick en el momento en que me quise acercar a ella - entrégasela, no te metas en problemas.
- Te pedí que no le digas a nadie.
- Pasen - dijo haciéndome a un lado.
Lo miré intentando buscar una explicación, me sentía un delincuente sin serlo.
Apenas sacaron a Emma comencé a llorar, no quería que se la lleven, ella sabía que con lo que más me podía dañar era con mi hija, no quería que me alejen de ella.
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Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)
FanfictionNo siempre es fácil revivir una historia. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-