Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)

Capítulo 17

- Vamos a otro lugar, no es agradable hablar en la calle - dijo de pronto.

- ¿Vamos? Yo vine solo y me voy solo - respondí caminando.

- No es bueno que estés solo en estos momentos Christopher.

- ¿Qué sabes tú? Ya déjame.

- Sé que no estamos de la mejor forma, pero dejemos las diferencias por un momento.

- Hasta que los encuentro - escuchamos la voz de su madre - Christopher, lo siento mucho, no te mereces esto hijo.

- Lo sé, pero siempre hay personas que prefieren verte mal, perjudicarte - desvié mi mirada a Erick.

- Vamos a casa, tienes que distraerte un poco - aconsejó ella.

- Estoy algo cansado, creo que es mejor que me vaya a descansar.

- Puedes hacerlo en la casa - habló él - ven con nosotros.

- Vamos hijo.

La verdad no quería ir, esa casa me recordaba muchas cosas que sabían que en vez de ayudarme me iban a afectar.

Caminé del brazo con la mamá de Erick, él venía unos pasos más atrás.

Como yo andaba en auto solo los seguí, aproveché de llorar un poco, no quería que me vean tan mal.

- ¿Qué pasó? - preguntó su hermana apenas nos vió entrar. Creo que mi cara respondía a su pregunta - ¡Ay no! Mi Chris.

- Me la quitó, es una maldita... - preferí no seguir.

- No puedo creerlo, estaba todo tan bien - tomó mis manos - pobre Emma, de seguro te va a extrañar mucho.

- Dímelo a mi, han sido días horribles.

- ¿No hay forma de contra demandar?

- Necesito tener las pruebas que comprueben que me fue infiel y que no está apta para cuidarla, pero no sé cómo conseguirlas - respondí.

Nos quedamos por un buen rato hablando, ella era como mi amiga, era mamá y creo que me entendía a la perfección.

La mamá de Erick insistió en que me quede, no estaba muy convencido porque ahí estaba él, pero me advirtió que de aquí al menos por hoy no saldría, era un amor de persona la señora Daysi.

- ¿Te lo puedo encargar un momento? - se refirió al hijo de Erick - necesito bañar a Thiago antes de que se me haga tarde.

- Sí, claro - sonreí al ver al pequeño.

- Ya vengo, te portas bien - le habló al bebé.

- Hola - dije con voz tierna. Comencé a caminar con él en brazos por partes de la casa, era bastante tranquilo, aún era pequeño así que quizás era por eso - creo que no te gusta pestañear mucho - reí al ver que tenía su mirada fija en mi.

- Se llama Vicente - dijo su padre desde las escaleras.

- Vicente - miré al bebé - que lindo nombre tienes ¿eh?

- Creo que escogí bien entonces - respondió.

- Es muy tranquilo.

- A veces ¿ya viste que apenas pestañea? Parece un búho - dijo a lo que se me escapó una pequeña sonrisa - necesito cambiarlo ¿me lo das?

- Oh sí - me acerqué - ten.

- Gracias.

Me recargué en la pared en lo que veía como llevaba a bebé para ponerlo en el sofá.

Batallaba un poco para sacarle la ropa, creo que aún le daba miedo cambiarlo, ese miedo es tan típico, sobre todo en los hombres.

Tuve que salir un momento, al ver como él estaba con su bebé me hizo recordar a Emma, la pena había vuelto.