Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)

Capítulo 37

- Papá, mira - apuntó a la televisión riendo - se cayó.

- Cómo tú, ayer - reí a lo que se avergonzó.

- No te rías - tapó su carita - me dolió.

Estuvimos desde temprano viendo la televisión, de vez en cuando un relajo de padre e hija era necesario.

Me levanté a abrir la puerta, la verdad no esperaba a nadie.

- Hola - dijo Erick moviendo la mano de Vicente.

- Mi pequeño - lo tomé en brazos de inmediato. Caminé con él hasta adentro mientras miraba lo bien que estaba desde la última vez que lo ví. Me giré para ver a Erick, estaba afirmado en el marco de la puerta con la ceja elevada.

- Si quieres me puedo quedar acá afuera, de seguro es cómodo.

- ¡Ups! Lo siento - me acerqué a él - por fin lo traes.

- Tenía que recuperarse bien.

- Pasa, no te quedes ahí.

Emma se acercó de inmediato, le causaba curiosidad Vicente, quizás dónde era muy pequeño pensaba que era un muñeco.

- Vine por varias cosas - dijo de pronto - ¿que pasó con Valentina? No me has querido decir.

- La internaron en un psiquiátrico.

- ¿En un psiquiátrico? Sé que está loca, pero debería estar en la cárcel pagando lo que me hizo.

- Lo sé, pero de ahí no saldrá.

- ¿Ya hablaste con Emma?

- Intenté explicarle, es pequeña aún, no entiende mucho, a veces pregunta por su mamá.

- Una lástima, maldita loca no pensó en ella - tomó mi mano - pero te tiene a ti.

- Me darán la custodia de Emma.

- ¿Enserio? Me alegro mucho - me dió un abrazo.

- Sí, tuve que pedir vacaciones anticipadas en lo que veo como me las arreglo, estoy feliz.

- Y se te nota ¿eh?

- ¿Tú? Hay algo que no me has contado, que pasó con tu ex suegra.

- Un escándalo - dió un suspiro - me trató de lo peor, de mal padre, que no era capaz de cuidar a mi propio hijo.

- Que mal está.

- Quería quitarme a Vicente.

- ¡No puede ser!

- Pero ya está arreglado, le dejé las cosas bien en claro, el papá soy yo y no fue mi culpa lo que pasó, si le gusta bien y si no le gusta ya no es mi problema.

- El papá sacó las garras - le hablé a Vicente.

- Todos saben que me ha costado ser papá, no fue fácil pero nunca haría algo que dañe a mi propio hijo. Es lo más lindo que tengo, lo más importante.

A diferencia del Erick de antes, este era un guerrero, un valiente, sería una gran figura paterna para su hijo.

- ¡CHRISTOPHER! - escuché su grito.

- Lo siento, quedé en blanco.

- Ya vi - rió - ¿vas a darme a mi hijo?

- Mmm...no lo creo, estamos bien.

- ¿Tienes la despensa hecha?

- Si ¿por? - lo miré extrañado.

- Prepararé la cena, si no te importa claro, para comenzar a agradecer un poco lo que hiciste por nosotros.

- ¿Tú? - reí al escuchar que cocinaría.

- No te rías idiota - dió un pequeño golpe en mi brazo - vivo con dos mujeres, me obligaron a aprender.

- Y qué tal la experiencia.

- Horrible. Sobre todo con Yanelis, sabes cómo es.

- Intenta no quemar la casa.

- Te tengo una sorpresa - dijo a lo que mi curiosidad se hizo ver - veremos si te la mereces.