Capítulo 39

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Llevé a Emma a su habitación, la cambié con mucho cuidado para que no despierte.

- Descansa - besé su frente.

Apagué la luz de su habitación, hice lo mismo con la luz del living.

- Hola - sentí que tapó mis ojos con su mano mientras la otra dió en mi abdomen.

- ¿Vicente durmió?

- Completamente dormido - depositó un beso en mi cuello.

- ¿Qué pretendes?

- Siento ganas de experimentar - al decir eso recordé la primera vez que nos besamos.

- ¿Si?

- Sí - bajó un poco más su mano - solo hay un problema.

- Noooo, Erick...

- No traje el coche de Vicente y está en la cama.

- ¿Cómo se te olvidó?

- Lo siento, no soy un papá perfecto - rió.

- La cama de Emma es grande, no se mueve durante la noche. Sería una buena opción ¿no?

- Bien pensado, será por un momento, luego lo cambiamos.

Lo llevamos con cuidado, sacamos las almohadas de la cama para acomodarlo bien y evitar que caiga, nosotros lo que menos íbamos a ocupar serían las almohadas.

- ¿En que estábamos? - lo tomé de la cintura.

- No lo sé.

- Tu coquetería me provoca mucho - besé sus labios.

- Me siento homosexual - respondió.

- Que dices pendejo - respondí con lo mismo de hace años.

- Hagamos algo que no hayamos experimentado - pegó su cuerpo al mío - si es que hay claro.

- Lo hay, claro que hay algo que no hemos experimentado.

- ¿Enserio?

- Sí. Quiero saber qué es hacerle el amor a la persona que realmente quiero, siento curiosidad de amarte Erick.

Tragó saliva con algo de dificultad, sentí nervios en su expresión por primera vez.

- Mata tu curiosidad - rozó su labios - hazme el amor.

Mi pecho subía y bajaba a causa de mi respiración acelerada. La unión de nuestros labios era suave, delicada, no había necesidad de entorpecer nada.

Me senté en la cama con él encima, acariciábamos nuestros cuerpos de una manera bastante tierna, si bien con Erick ya nos conocíamos a la perfección, no habíamos tenido la oportunidad de sentirnos así, de una manera tan especial.

Las prendas fueron desapareciendo de a poco, su sonrisa me daba confianza de seguir.

Quise recostarlo pero prefirió quedarse así, abrazado a mi sintiendo el calor de nuestros cuerpos.

Subí y bajé mi mano en mi miembro para buscar su entrada, entre nosotros había confianza para hacer hasta lo inimaginable, pero hoy todo era con un sentimiento especial.

Se acomodó en mi dándole pasó al placer, sus brazos me rodeaban sin querer soltarme al igual que los míos en su cuerpo.

Su mirada en conexión de la mía era mágica, no había vergüenza.

- ¿Es normal sentir cosquillas? - preguntó de pronto - me haces sentir muchas.

- Qué dice tu corazón...

- Que te quiere...¡agh!...demasiado - pegó su frente a la mía sintiendo mi respiración. Su mano acariciaba con ternura mi cara, a veces cerraba sus ojos por causa de las embestidas que daba en él.

- Mghhhh...eres mío, no te volveré a dejar ir.

Terminé por recostarlo de todas formas, mi mano estaba en su erección subiendo y bajando, notaba como sus venas al igual que las mías se marcaban en la piel.

Mis labios recorrieron su abdomen y su pecho repartiendo besos.

Apretó las sábanas de la cama en lo que su espalda tomaba una curva que estaba siendo provocada por nuestro placer.

Guié sus manos a mi cuerpo, de seguro estaba dejando marcas en mi pálida piel, pero sentirlo me importaba aún más que tener rojeces en ella.

- Quiero que cumplas algo que te pedí una vez - dijo ya recostado en mi pecho.

- Lo que sea, pídeme lo que quieras.

- Cuídame - dijo a lo que lo miré. Los recuerdos se fueron a mi última noche de soltero, donde me pidió lo mismo llorando.

- Erick.

- Cuídame, pero sin vuelta atrás - noté emoción en sus palabras, realmente quería eso.

- Te cuidaré, los cuidaré, a mis tres personas más importantes, mi nueva familia - respondí con cierta emoción. Los ojos se me llenaron de lágrimas, su abrazo bastó para que estalle en llanto sin una razón alguna, estaba emocionado por todo esto, por tenerlo conmigo.

Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora