Erick no despertó en toda la noche, eso era bueno ya que así descansaba un poco y se olvidaba por un momento de todo lo malo.
- Tienes tus ojitos hinchados - dije al ver que despertó.
- Nada aún ¿verdad? - negué a su pregunta - van cuatro días Christopher, cuatro ¿como no van a dar con ella?
- No lo sé, la policía dice que no ha salido de la ciudad.
- Eso no lo sabemos, pudo irse por la carretera.
- No puedo creer hasta donde llegó, ni siquiera le importa su hija.
- Emma está mejor contigo, a ti sí te importa su bienestar.
- ¿Sabes que me dijo hace rato?
- Que.
- Que le gusta como la peinas - reí.
- Que linda, tiene tú mismo cabello.
- Le agradas.
- Y ella a mí - respondió - quizás con el tiempo nos llevemos aún mejor.
- Ya está el desayuno listo - destapé su cuerpo mientras lo cargué - a levantarse.
- No soy un niño Christopher.
- Pero quiero consentirte - alcancé sus labios - ahora más que nunca quiero que sientas mi apoyo, que estoy contigo.
- Ahora entiendo lo que sentiste con Emma, de verdad que se siente horrible.
- No pienses en eso, quiero que estés tranquilo, al menos por un momento ¿si?
- Sí - sonrió - ¿me bajas?
- Bueno - lo bajé entrelazando nuestros dedos.
Mi pequeña cada vez entraba más en confianza con Erick, lo había visto antes en el cumpleaños de Thiago, pero no habían tenido un acercamiento en sí.
Mi hija es algo tímida, no le daba confianza a cualquiera lo que me parecía bien, pero con Erick estaba de a poco dejándose querer.
Estaba pendiente al celular, la mamá de Valentina tampoco sabía nada de ella, era como si se los hubiera tragado la tierra.
Miraba su cara, estaba pálido, sin ánimos, sus ojeras parecían marcarse cada vez más, sus ojos verdes no tenían ese brillo que me gustaba.
- Lo sé, me veo horrible - dijo al percatarse que lo miraba.
- Me gustas de todas maneras - solté.
- ¿Todo feo?
- ¿Me creerás que hasta llorando te ves lindo?
- Claro - se puso de pie recogiendo todo lo de la mesa.
- Deja eso ahí.
- Necesito hacer algo, si me quedo quieto me pongo peor.
Lo ayudé mientras Emma jugaba, por momentos se perdía en sus pensamientos y dejaba su mirada en un punto fijo.
Le tiré un poco de agua para animarlo, parecíamos niños en una guerra, tendríamos que secar el piso si no queríamos tener a alguien en él.
- Ya ya, me rindo - dije al ver que estaba todo mojado.
- Ahora tu secas eso - rió - voy a cambiarme.
- ¿Me traes una polera?
- Lo pensaré.
Busqué algo para secar, aproveché para quitarme la polera, no quería que se seque en mi cuerpo o me enfermaría.
Sentí unos cálidos labios en mi espalda y unas manos posarse en mi abdomen - ten.
- Gracias - tomé la polera.
Puse mis manos encima de las suyas, no quería que me suelte, quería tenerlo así siempre.
El llamado a la puerta nos interrumpió, nos miramos de inmediato.
Me puse la polera y corrí prácticamente a abrir.
- Valentina - dije viendo que estaba ahí con Vicente en brazos.
- ¡Vicente! - escuché a Erick cada vez más cerca.
- No te acerques - le advirtió ella - aléjate.
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Sin Vuelta Atrás - Chriserick (Segunda Parte De Cuídame)
FanficNo siempre es fácil revivir una historia. -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-