(2° Parte) Algunos problemas

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Ustedes querían una segunda parte y aquí esta :3

Antes de que empiecen a leer, les diré que...habrá una tercera parte ^_^

Habían pasado solo unos cuantos días desde que aquella cosa fucsia cayo sobre Webby y los hermanos habían decidido no decirle a nadie de eso, empezando a buscar alguna solución por si mismos sin mucho éxito. En ese bonito día, todo era paz en la gran mansión. Donald descansaba con una sonrisa en su barco, Beakley y el mayordomo fantasma ordenaban el lugar, Scrooge se mantenía sumergido en dinero en su baño privado y los niños, bueno...

-¡No lo hagas, por favor!- suplico Dewey, aferrándose a la pierna de su hermano mayor y siendo arrastrado por el piso del pasillo mientras este caminaba con dificultad.

-¡Tenemos que decirle!- Huey gruño, deteniéndose para recuperara el aliento, era mucho esfuerzo caminar con su tonto hermano agarrado a su pierna. -¡Suéltame!- miro al pato en el suelo con el ceño fruncido, la pierna prisionera ya empezaba a doler un poco.

-¡Nunca!- se le lanzo encima, logrando tumbarlo. El de rojo lucho y gruño pero muy pronto, termino de pecho al suelo y con un peso sentado en su espalda.

-¡Bájate!- intento levantarse pero el pato sentado sobre su espalda negó, solo poniendo un poco más de peso para que no se moviera. -¡No eres para nada liviano!-

-¡¿Me estás diciendo gordo?!- el pato de azul lo mira con mala cara y con eso, empieza una nueva pelea. Louie se acerca lentamente, enarcando una ceja ante la escena que ve y termina por rodar los ojos sin poder evitarlo. Se sobresalto por un momento al sentir un repentino peso en su espalda y unos brazos rodearle, relajándose al instante de escuchar un risa muy familiar.

-¡Hola cariño~!- canturreo con alegría.

-Hola Webby~- sonrío. Ella enterró ligeramente su rostro en la tela verde, contenta en el lugar que estaba pero el ruido de pelea le llamo la atención.

-¿Está todo bien?- se asomo para verlo con curiosidad, el color fucsia aun presente en sus ojos y cabello.

-Si, no te preocupes- se encogio de hombros. -Solo son tonterías entre ellos-

-Si tu lo dices~- sonrío enormemente, soltándolo solo para poder agarrar su mano y reír, viéndose emocionada. Louie no pudo evitar verla con cariño, ella se veía tan tierna. Apretó ligeramente la mano de la pata, quien se había vuelto cariñosa y algo pegajosa no mucho después de que aquella cosa le cayera encima pero no era algo que lo molestara.

-¡Louie!- volvió a mirar a sus hermanos, sacando su teléfono con su mano libre para poder sacar un foto a la escena con la que se encontró: Huey recostado en el suelo boca arriba, sus manos sostenidas a cada lado de su cabeza por Dewey, quien estaba sentado arriba del mayor. -¡Borra eso!- reclamaron con molestia.

-Me lo pensare- sonrío con diversión, guardando la foto tomada y volviendo a meter el aparato en el bolsillo de su buzo, su sonrisa agrandándose ligeramente al escuchar a la pata a su lado reír.

-Agh, después arreglamos ese tema- gruño el pato de azul, bufando. -Ahora, ¡apoyame en esto hermano!- lo miro con algo parecido a suplica. -¡No podemos decirle de esto al tío Scrooge! ¡Él nos dará un sermón, nos acusara con el tío Donald y él nos castigara!-

-¡Tenemos que decirle al tío Scrooge!- hablo el de rojo, con el ceño fruncido y mirando con enojo a quien lo mantenía en el suelo. -Él es el único que puede llevarnos hasta la tienda donde compramos la poción y buscar una cura- ambos miraron fijamente al menor, esperando una respuesta.

-Yo...- fijo sus ojos en Webby, quien lo miraba con una sonrisa de enamorada total. Él realmente la quería pero esa sonrisa, esa mirada de cariño puro con la que ella lo miraba era todo efecto de una tonta poción que no debieron comprar en primer lugar. Muy en el fondo de su corazón, realmente quería el cariño y el afecto de ella, pero lo quería de verdad, no por un tonto liquido que la hacia actuar así. Suspiro y le sonrío a la pata, quien agrando su sonrisa. Miro a sus hermanos, quienes no se habían movido y lo veían fijamente. -Hablemos con el tío Scrooge-

-¡NO!- Dewey lloriqueo, tirándose aun lado de su hermanos de rojo.

-¡SI!- Huey sonrío, sentándose al instantes.

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