¡DuckTales!

Invasores de cama

Espero que les guste~

Petición de: NoSheuwu

Huey no podía dormir a veces, se sentía cansado y los ojos se le cerraban pero el sueño no lo invadía, dejándolo más agotado en la mañana. Le dolía la cabeza y no pudo evitar gemir, quería dormir de una vez por todas pero sin importar como se pusiera, no podía. Gruño y se decidió por levantarse, moviéndose de manera silenciosa hasta salir del cuarto y caminar hacia el siguiente, entrando después de vacilar por unos segundos. Miro a su tranquilo tío dormido, recostado de costado.

-Lo siento tío...- murmuro, sabiendo que no estaría arrepentido por lo que haría. Se subió a la cama y logro acomodarse entre los brazos ajenos, sintiendo como estos se ajustaba a su alrededor. Acomodo su cabeza cerca del pecho de su tío y cerro los ojos, los latidos de corazón lo hacían sentir tranquilo y permitían que el sueño lo invadiera de una vez por todas. Donald abrió una de sus ojos y sonrío, besando la frente ajena antes de volver a dormir.

... ... ... ...

Dewey solía sufrir insomnio, su hermano mayor diciéndole que era a causa de toda la energía que no gastaba en el día y quedaba acumulada en su cuerpo, impidiéndole dormir. Era molesto estar acostado en su cama, con los ojos bien abiertos y con la mente despierta, escuchar a su hermanos roncar en el décimo-sexto sueño. Gruño con molestia y se bajo de un saltó de su cama, prácticamente corriendo hacia el cuarto de al lado.

-¡Tío Donald!- casi grito, sobresaltando al mayor que antes dormía tranquilamente en su cama.

-¿Qué esta...?- se sentó y se volteo, relajándose al ver a su sobrino parado a su lado. -¿Dewey?- enarco una ceja, curioso.

-¡Tío Donald!- ni siquiera lo dejo decir otra palabra y empezó a balbucear sobre todo lo que se le venia a la mente. El mayor se froto la frente con cansancio y alzo a su sobrino, recostándose con él a su lado en la cama y sin escuchar realmente de lo que hablaba el menor. Los sostuvo entre sus brazos y empezó a tararear una canción de cuna, acariciando con una de sus manos la cabeza del pequeño. No tuvo que esperar mucho a que el torrente de palabras que decía el menor disminuya hasta desaparecer, dejándolos en un tranquilo silencio. Donald sonrío con cariño y beso la frente de su dormido sobrino, cerrando los ojos para volver al mundo de los sueños.

... ... ... ...

Louie se sentó de golpe, haciendo una mueca. Odiaba las pesadillas. Se froto ligeramente los ojos y dejo escapar un suspiro, sabía que todo lo que había pasado lo seguiría en sus sueños y no pudo evitar sentirse como un tonto. Se había dejado segar por el dinero y la buena suerte de su tío Gladstone, había decidió que el era mejor que toda su familia, prácticamente eligió el dinero por sobre ellos y sintió algo de vergüenza ante la mala suerte de su tío Donald

-Agh...- gimió con molestia ¡Su tío Donald, por el amor del cielo! Quien los crió y los adoro con todo su corazón, siempre dispuesto a hacer lo que sea para que estuvieran bien y felices. Termino por suspirar, bajándose de su cama y saliendo de la habitación, caminando por los oscuros pasillos hasta la siguiente puerta, abriéndola sin pensarlo mucho. Se metió y pudo ver a su tío acotado pico arriba en la cama, tapado hasta el pecho y roncando como siempre, viéndose relajado mientras dormía. Estiro su mano y la apoyo en el brazo ajeno, sacudiéndolo.

-¿Qué? ¿Qué pasa?- Donald se sentó con los ojos apenas abiertos, adormilado.

-Hola tío Donald- sonrío Louie ligeramente al tener la vista del mayor sobre él  y al parecer, eso termino por despertarlo.

-¿Estás bien?- pregunto con preocupación al instante, acariciando con su mano la cabeza del menor con cariño. El pequeño hizo una mueca, encogiéndose de hombros y gracias a los años de cuidarlos, el mayor pudo ver lo que pasaba. -Ho...- quedo pensativo por unos segundos y sin dudarlo mucho, termino por alzar a su sobrino y acostarlo a su lado, tapándolo y acomodándose rapidamente.

-Gracias tío...- Louie se acomodo, sintiendo la mano del mayor acariciarle la cabeza. No pudo evitar sonreír, el mayor hacia eso cuando eran bebes para ayudarlos a dormir y ese gesto lo reconfortaba. -...eres el mejor- se durmió, no sin antes de escuchar una ligera risa venir de su tío y sentir un beso en su frente.