Alex y Markus

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Tengo que decir que solo quería sacarme el gusto ^_^

Creo que este es el capitulo más largo que he escrito hasta ahora XD

Recuerden que Alexandra y Markus son completamente míos

Markus: tiene las plumas ligeramente oscuras, con el flequillo algo despeinado y lo suficientemente largo como para casi cubrir uno de sus ojos, vestido de remera roja y una campera negra. Es dos años mayor y le lleva una cabeza de altura a Alex. Es descendiente de... (A que no adivinan de quien XD)

Espero que lo disfruten~

Si les gusto, ¿alguien me los dibujaría porfis?

Alexandra estaba algo...molesta. Su hermano y sus primos habían decidido a hacer un "día de varones". Ninguno de sus tíos había tenido una niña para su mala suerte, por lo cual, decidió no quedarse encerrada sola en la gran mansión y salir a dar una vuelta, con el obvio permiso de sus padres. Termino por caminar por la plaza, jugando de manera distraída con con la tira del bolso cruzado color gris y mirando a su alrededor, sonriendo ante el buen día. Estaba a punto de sentarse cuando escucho un grito que la sobresalto, haciendo que ella se volteara rapidamente e hiciera una mueca. Eran tres sujetos, una de ellos realmente bajo de estatura y dos de ellos altos, visiblemente fuertes. Los reconoció por las remeras rojas que tenían puestas, eran un de un grupo llamado "Beagle Boys". Le estaban gruñendo a alguien que no parecía ser mucho mayor a ella. Apretó los puños, su hermano siempre le decía que no debía meterse donde no la llamaban pero...él no estaba con ella ahora.

Respiro profundo y empezó a caminar a paso lento hacia ellos, metiendo su mano dentro de su bolso y sacando tres pequeñas esferas blancas.

-¡Oigan, tontos!- sonrío con diversión cuando se voltearon a verla con sorpresa y molestia. Sin pensarlo mucho, les lanzo lo que tenía en la mano, un humo cubriendo el lugar en el momento en el que las esferas chocaron contra las caras ajenas, quienes empezaron a toser y gruñir. Alex corrió hacia el pato al cual molestaban, agarrándolo de la mano y empezando a correr, arrastrándolo con ella.

-¡Vienen detrás!- hablo el pato y ella no pudo evitar gruñir, podía escuchar los gritos y gruñidos de enojo tras ellos. Acelero un poco más, metiéndose dentro de un callejón y empujando algo brusca al pato tras un contenedor de basura, sentándose a su lado. Ambos contuvieron el aliento, tensos, viendo como aquello sujetos pasaban por al lado del contenedor, corriendo hasta perderse de sus vistas. La pata no lo pensó mucho, agarrando una vez más la mano ajena y volviendo a correr, ignorando las quejas del pato. Se detuvieron al llegar a la plaza, sentándose en una de las bancas y permitiéndose respirar con tranquilidad.

-Eso...estuvo cerca...- suspiro de alivio, relajándose.

-Puedes...repetirlo...- asintió él y en ese momento, la pata miro de reojo a quien estaba sentado a su lado. Era un pato de plumas ligeramente oscuras, con su flequillo algo despeinado y lo suficientemente largo como para casi cubrir uno de sus ojos, vestido de remera roja y una campera negra. Él se volteo al sentirse observado, enarcando una ceja al encontrarse con los ojos ajenos.

-¡L-Lo siento!- se sobresalto, nerviosa, al verse descubierta pero sin poder apartar la vista.

-Eres algo imprudente, ¿sabes?- él sonrío ligeramente, divertido. Alex parpadeo, sin haber esperado ese comentario pero relajándose en su lugar.

-Quizás...- se encogio de hombros. -...pero no puedes quejarte, te salve- sonrío enormemente, tocando la mejilla ajena con su indice mientras soltaba un "¡Bop~!", riendo ante la cara de sorpresa de él.

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