Cansado

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Totalmente Random XD

Tengo muchas peticiones (lo sé pero muchas se me han perdido TT_TT)

Me base en un Donald joven ^_^

Donald estaba cansado. Su mala suerte (o como lo llamaba su hermana "su atracción de aventuras") siempre estaba presente en todo lo que hacia pero de alguna manera, solo empeoraba en ciertos días aleatorios y ese había sido uno de los peores, lo suficiente como para que ni las alegres palabras de su hermana pudieran animarlo. Su mal humor solo empeoro conforme pasaban las horas y ya podía sentir un dolor de cabeza aproximarse. Sabía a donde ir en esas situaciones, así que a la salida de la escuela ignoro por completo a su hermana y a todas las personas a su alrededor, caminando a paso firme hacia una de las grandes mansiones que tenía la ciudad. Entro, saludando con tono frió al mayordomo (era maleducado, lo sabía, pero luego se disculparía) y camino por los pasillos, abriendo una de las puertas con algo más de fuerza de la necesaria y dejando escapar un gruñido de molestia cuando esta se cayo.

-¡¿Pero qué...?- Scrooge, sentado cómodamente en el sillón que tenía su oficina leyendo unos papeles, se sobresalto y no pudo evitar mirar sorprendido su puerta ahora en el suelo, dejando a su lado lo que tenía en las manos. -¿Donald?- enarco una ceja al ver a su sobrino ahí parado y tuvo suerte de poder evitar hacer una mueca, el rostro lleno de molesto y enojo en la cara del menor daba algo de miedo. -¿Estás bien, muchacho?- pregunto algo inseguro.

-Aja...- gruño, tirando la mochila a un lado y acercándose al mayor, subiéndose al sillón. Resoplo, moviendo su flequillo fuera de su ojo con una de sus manos y se dejo caer contra el cuerpo ajeno, prácticamente acurrucándose en el costado de su tío. Scrooge se le quedo mirando, sintiendo algo dentro de él removerse con molestia al notar la expresión de tristeza en la cara de su sobrino.

-Mal día, ¿he?- sintió como el menor asentía ligeramente. McDuck dejo escapar un suspiro, relajándose y rodeando con su brazo a Donald, acercándolo un poco más y dejando que se acurrucara ahí todo el tiempo que necesitara. Volvió a agarrar sus papeles con su mano libre, mientras que Donald se permitió cerrar los ojos y relajarse.

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