Capítulo 44.

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📝 Importante: leer la nota de la autora. 📝

Tris.

-¿Charlotte ha dicho algo respecto a... lo que hablamos el otro día?

-No, nada.

-Tris, despavila.

-Tengo frío.

Tobias se arrodilla frente a mi. Estoy sentada sobre el sofá que tiene él en su oficina. A decir verdad, sería un sofá perfecto si la cubierta de cuero no lo hiciera un potencial cubo de hielo en invierno.

-Hoy es el día. - me dice. - Y aunque de alguna forma tienes miedo, yo...

-¡No tengo miedo! - solté con voz exaltada, tomándome el vientre por instinto. - Es... es solo esto de los nervios.

-Nada podría salir mal. - se encoge de hombros. - Digo, sí, puede, pero... a menos que tú sientas que algo no anda bien...

-Bien, Tobias. Lo capto.

-¿Entonces? ¿Es por Christina?

-No es por mi amiga con la crisis de quinceañera.

Él suelta una risita mientras me acaricia la rodilla con una mano.

-Deberías convencerla.

Suspiré. - En estos momentos mi función es ser una incubadora humana. La verdad es que no tengo cabeza para meterme en algo más denso.

Me levanté de golpe.

-Eh, Tris. - intentó frenarme Tobias. - Tal vez si me dijeras qué anda mal, yo podría colaborarte.

-Si pudieras cargar un bebé Eaton en una espalda y rodillas de mi talla, me serías de utilidad.

Se quedó en silencio, apoyado en el marco de la puerta de salida, observando cómo me iba.

-Lo supuse. - concluí y comencé a caminar sin rumbo.

Escuché la puerta cerrarse. No como un portazo, sino más bien como un movimiento lento y resignado.

La verdad sentía un montón de presión sobre mi cuerpo. Física y mentalmente.

Christina quería dar a su hija en adopción, hoy era mi primera ecografía, el bebé de un mes ya pesaba demasiado (al nivel de que me era difícil caminar y pararme), las hormonas tenían mi ánimo y apetito en un vaivén y la cabeza de todos los divergentes (incluyéndome) estaba en juego.

Y yo aquí, sin poder hacer nada.

°°°

Tobias.

-Necesito verla rápido. Tengo que volver a Osadía a las 3. - corroboré mirando mi reloj.

-Está ocupada. No puede ver a sus hijos.

Suspiré dando un paso hacia el hombre de camisa cordial y vaqueros eruditos.

-¿Crees que estoy parado frente a ti como el hijo de Evelyn Johnson? - me reí. - Quiero verla, es una orden del líder de Osadía.

Amor Antes que Facción: Divergente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora