Capítulo 87.

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Christina.

—¿Quieren mantas? — pregunté, cerrando la puerta detrás de nosotros. El otoño volvía y prometía ser tan frío como el anterior.

Solo esperaba que Ivette no se enfermara; su salud era tan complicada y no quería tenerla en los hospitales más tiempo del necesario. Ninguna niña merecía ese tipo de infancia, mucho menos por culpa de los inmensos errores de su madre.

Nunca dejaría de sentirme culpable por arruinarla. Nunca.

—Sí. Hace mucho frío, de hecho. — admitió Tris, frotando sus brazos con las manos.

—¿Ah, sí? ¿Quieres que te consiga a alguien que te ayude con eso? — sonreí levantando mis cejas. — No lo sé, ¿tal vez un chico de uno ochenta, ojos azules y apodos raros?

Le pasé una manta para que se cubriera y luego otra a Uriah mientras los tres nos reíamos bajito

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Le pasé una manta para que se cubriera y luego otra a Uriah mientras los tres nos reíamos bajito. Me alegraba tanto poder hacer volver a sonreír a Uriah en momentos como este.

-La manta basta. - respondió Tris rodando sus ojos, pero riendo.

Le guiñé un ojo mientras me sentaba junto a Uriah en el espacio que habían dejado del sofá

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Le guiñé un ojo mientras me sentaba junto a Uriah en el espacio que habían dejado del sofá. Vi que tenía sus ojos cerrados y su cabeza apoyada en el respaldo, cansado. Tris y yo compartimos una mirada cómplice de preocupación.

-Entonces. - comenzó ella, abriendo la manta y cubriendo hasta su cuello con ella. Hice lo mismo, pero Uriah no. Se quedó ahí totalmente quieto, con la diferencia que ahora sus ojos castaños estaban abiertos y miraban al techo. - Te escuchamos, Uriah.

En vista de que no se movía, no parecía querer hacerlo y que la temperatura realmente estaba bajando a medida que caía la noche, yo misma tomé la tela de polar que le había dejado en sus piernas y la estiré sobre su cuerpo.

-Oye, vamos Uriah, revive. Tú no eres así. Verte deprimido me deprime.

-Lo siento. Es que no puedo dejar de dar vueltas al asunto. ¿Debería odiar a Lynn... o a Marlene?

-Bueno - respondió rápidamente Tris, encogiéndose de hombros. - Odio es una palabra grande. ¿Crees que es eso lo que sientes?

-No sé lo que siento. Es... no lo sé, desesperante. Las dos son... crecimos juntos, ¿es que eso no les importó? Tenemos historia y ahora... ni siquiera está Lynn. No sé qué pensar sobre todo. - suspiró. - Es horrible. No puedo creer que ellas me hicieran esto.

Amor Antes que Facción: Divergente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora