Capítulo 77.

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📌Importante leer la nota de la autora al final del capítulo📌

Tobias.

Gritábamos todos a través del ducto, buscando respuesta de Tris.

El suero había comenzado a salir, pero tan rápido como el color morado comenzó a teñir el aire, ella lo detuvo. Tris nos había salvado. Y ahora no respondía y no había manera de entrar por ese ducto. Por más que Christina se esmerara por entrar en la cavidad y Will por recordar la verdadera ubicación de la sala de control de ventilación, la única manera de llegar a Tris era si ella misma se devolvía.

-Mierda, mierda. - se quejó Christina mientras forzaba sus hombros para entrar; no podía.

-El que intentes entrar ahí es casi tan imbécil como que yo quiera entrar. - le dije. Incluso dejando atrás la idea de mi claustrofobia, mis hombros eran demasiado anchos para si quiera plantearme la posibilidad. - Venga, baja de una vez, vas a quedar atascada.

-¿Y qué haremos? El suero salió y ella alcanzó a detenerlo, pero tal vez la...

-No la mató. - le corté de golpe. - Tris está viva, así es ella.

—¿Y si...

Todos dimos un salto cuando, a lo lejos, oímos algo que se rompía, algo muy grande que parecía haber... ¿explotado? ¿O caído?

—Deben de ser Faccionarios. — adivinó Charlotte. — Descubrieron que Tris detuvo el suero de la muerte.

—Mierda. — soltó Christina. El ruido seguía y se intensificaba, definitivamente eran cosas rompiéndose en el primer piso. — ¿Qué hacemos?

—Somos muy pocos, así que podríamos su...

La idea de Zeke fue cortada por otro ruido, esta vez proveniente desde encima de nosotros, a lo lejos, pero se trataba de vidrios rompiéndose. Miles de vidrios. Y más caos. Cientos de pasos, de personas corriendo por quién sabe cuáles pasillos. Estábamos en aprietos.

Me apegué a la ranura de la que Tris aún no salía. Iba a comenzar a gritar, a llamarla para ver si ahora respondía, pero mis ojos se encontraron con los suyos, sumergidos en la oscuridad.

A lo lejos, los demás buscaban una manera de salvarnos de esto. Intentaban llegar a alguna idea que les fuera útil.

—Hola. — dijo suspirando, como si se aliviara de haber llegado hasta este punto. Dejó sus brazos debilitarse y su torso se relajó en el latón gris brillante.

—Oye. — la llamo, extendiendo mi brazo por dentro del ducto para alcanzar a tocar su hombro. — Estamos siendo atacados, así que no hay tiempo de descanso, lo siento.

Abrió los ojos como platos, levantando la cabeza. Fue solo un segundo de shock hasta que se irguió sobre sí y siguió arrastrándose. Aparté mi brazo y los extendí cuando llegó al borde y la atraje hacia mí, ayudándola a salir de ese lugar. Cuando sus pies finalmente tocaron piso firme, la estreché entre mis brazos y ella me correspondió.

Se veía cansada, alterada y mareada, más pálida que nunca, pero sus ojos azules seguían siendo los mismos de siempre, alertas ante el miedo, listos para actuar y devorar con ellos cada espacio en esta habitación.

Iba a faltarme vida para terminar de agradecer a Tris todas las veces que me había salvado.

-¿Estás bien?

-Sí. - respondió separándose de mí un poco. - Está hecho. ¿Qué está pasando?

-No sabemos, pero...

Amor Antes que Facción: Divergente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora