Final alternativo del libro "Divergente".
《UNA ELECCIÓN FORMARÁ TU VIDA.》
En un mundo donde la guerra de facciones nunca existió:
Tris Prior ahora es toda una miembro de Osadía, pasando con el primer puesto de su generación. Está lista para dejar a...
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Tris.
Christina se reía con ganas, se removía en el sofá intentando calmarse. Supongo que yo también estaba haciéndolo.
—Así como vamos, Shau, Reach, tú y yo podríamos formar un grupo de madres osadas modernas. — soltó y volvimos a reírnos.
Mientras miraba discretamente el pequeño aro de metal que colgaba de su nariz, recordé el inicio de nuestro desenfreno: Shauna le había contado a Christina que el día anterior confundió la leche de Taylor con vodka y el pequeño lo escupió de inmediato con asco. ¿Cómo es posible que eso ocurra? Supongo que por eso reíamos tan fuerte.
—Yo era un desastre. — admitió Chris. — Y sigo siéndolo, pero ¿quién confunde vodka con leche para niños?
—Alguien con mucho sueño. Shauna siempre nos dice que Taylor es un tornado.
—Un tornado. — sonrió. — Es una linda palabra para describirlo. Deberíamos incorporar apodos así en nuestro grupo de madres osadas modernas.
Will, con su cabello rubio más espeso que antes, apareció desde la habitación de Ivette, con ella en sus brazos. Sonreí viéndola insistir en que la bajara, pero él se rehusaba y ella parecía divertirle esa pequeña lucha.
—¿Madres osadas modernas? — preguntó Will, dejando a Ivette finalmente en el piso. — Sea lo que sea, me apunto.
—¡Tía Tris! — saludó ella con su voz infantil y una sonrisa. Abrí mis dos brazos y ella saltó hasta mí para apretarme con fuerzas.
—¿Cómo estás, preciosa?
—Mejor ahora que mis papás me dejaron ir a Cordialidad. — sonrió.
Miré de reojo a Christina sentada a mi lado y Will, sentado a medias en el respaldo, acariciando los hombros de Chris despreocupado.
—Ningún niño que no ordena su cuarto, puede salir a divertirse, ¿no es así, Ivette?
—Sí, mami. — respondió ella, como si recitara la respuesta. Se volvió hacia mí. — Iremos mañana temprano, eso dijeron Alex y Lindsay.
—Eso es cierto. — respondí. — Será un día precioso antes de comenzar la escuela. ¿Estás emocionada?
—¿Por mañana? Claro — sonrió y luego cambió su expresión a una más de desagrado. Subió una pierna por el sofá y se las arregló para sentarse en el espacio entre Chris y yo. Los tres la quedamos mirando. —. No quiero ir a la escuela.
—Hija, ya hablamos sobre eso. — le dijo Will, mientras Chris ponía una mano sobre su cabeza y acariciaba su cabello castaño oscuro. — Necesitas aprender.
